De amigos

“La política es de amigos”, me dijo el político, hombre de larga trayectoria y amplia experiencia, forjado en los azares del destino.

Ranchero de cepa, acostumbrado a las malas y, en ocasiones a las buenas, definió así el eje vertebral de la actividad.

Hombre sabio, reconoció lo que todos niegan.

Yo digo que, efectivamente, la política es de amigos, y se hace con amigos. A veces surge la amistad por la coincidencia de ideas, por la identidad política, ideológica. Pero así es.

Hay que agregar que, el ring de la política, sus límites, son las leyes, la ética, el bien común y la percepción de la imagen.

Son, éstas, las cuatro cuerdas que le dan forma y límite a la actividad de la política.

Ya sabemos que, a la mayoría de los luchadores, de los gladiadores de la política, les gusta brincarse las cuerdas.

A otros les encanta salirse del cuadrilátero por debajo de las mismas. A unos más, les da por romperlas y ahí sí que nace un problema.

Así que, la política es de amigos, pero con límites, con cuerdas que forman un cuadrílatero, para que no se salgan de la zona.

Y si lo hacen, pues serán descalificados. Así de simple.

Y lo digo desde aquí, porque éste es mi pódium.