No hay que dejar de ir a comer los tacos de El Tío Beto, cuando uno pasa por La Junta.
Basta decir que el famoso taquero prepara muy bien los tacos de político: con mucha lengua y poco seso.
Y por supuesto, El Taco Judicial, con recalentado o el federal de caminos, que lo entrega con una mordida.
El policiaco es de barbacoa de cabeza, ablandada a macanazos.
Y lo digo desde aquí porque éste es mi pódium.