
Chihuahua.- En medio de una reciente controversia, el gremio de cirugía plástica en Chihuahua enfrenta una oleada de denuncias por presunta mala praxis, omisiones institucionales y favoritismos entre colegios médicos.
Las acusaciones, difundidas principalmente a través de redes sociales, han encendido el debate sobre la ética profesional, la regulación sanitaria y la transparencia en la práctica quirúrgica.
Las críticas apuntan a una aparente parcialidad en los señalamientos públicos, centrados principalmente en cirujanos egresados del Hospital Central de la UACH, cuestionando el silencio de las autoridades académicas y hospitalarias ante los señalamientos, así como la falta de posicionamiento por parte del personal de posgrado de cirugía plástica.
A pesar de que el curso de alta especialidad en cirugía plástica del Hospital Central fue recientemente certificado por el Consejo Mexicano de Cirugía Plástica, algunos médicos han sido objeto de descalificaciones, incluso por parte de colegas que los etiquetan como "patitos" por pertenecer a ciertos colegios médicos.
Diversas clínicas han sido señaladas por operar fuera de la normativa. Una de ellas, ubicada en la calle California frente al deportivo Britania, realiza procedimientos quirúrgicos sin contar con señalización visible ni permisos de uso de suelo comercial. La Coespris ya recibió denuncias formales, incluida la número 25330080W04822.
Otra clínica, Top Quirúrgica, dirigida por el doctor Ricardo Baca Martínez, ha sido acusada de carecer de farmacia y químico responsable, lo que pone en duda la legalidad del manejo de insumos como anestésicos y fentanilo.
El listado de casos es extenso: desde el doctor Ramos Becerra, quien habilitó una casa como clínica, hasta el doctor Jorge Galván, que realiza cirugías en su consultorio dentro del Hospital Ángeles, sin intervención institucional.
También se mencionan antecedentes del doctor Jorge Borunda, presidente del Colegio de Cirujanos Plásticos, quien fue expulsado de dos especialidades médicas por conductas inapropiadas.
Casos más graves incluyen fallecimientos de pacientes durante procedimientos realizados por médicos como el doctor Bustillos, el doctor Sergio Burciaga, el doctor Jesús Gardea y el doctor Leonardo Moreno, entre otros. Las complicaciones van desde tromboembolismo hasta daños neurológicos irreversibles por fallas en la anestesia.
Los denunciantes reconocen que toda cirugía conlleva riesgos, los cuales se explican en los consentimientos informados. Sin embargo, insisten en que la opinión pública debe estar enterada de los antecedentes y prácticas irregulares para evitar que se criminalice a médicos con formación completa y credenciales en regla.
Además, existe el caso del doctor Jonathan Ledezma, quien habría realizado procedimientos sin contar con cédula profesional, como residente, lo que pone en duda la aplicación equitativa de la ley.
Este llamado busca que los conflictos entre colegios médicos se diriman dentro de un marco legal y ético, sin afectar la reputación de instituciones como la UACH ni la confianza de la sociedad chihuahuense en el gremio médico.
En un contexto donde la cirugía estética ha cobrado auge, la regulación, la vigilancia y la transparencia se vuelven cada vez más urgentes.