Chihuahua.- Un hombre fue hallado sin vida dentro de una casa en la colonia Las Margaritas. La policía reportó que el cuerpo presenta heridas cortantes en varias partes.
El hecho se reportó a la policía a las 07:14 horas de hoy, en las calles Dátil y Piña.
Cuando los agentes llegaron al lugar entraron a la vivienda observando una gran cantidad de sangre y a un hombre acostado en un sillón.
La víctima presentaba heridas en diferentes partes del cuerpo, sobre todo en los brazos y piernas.
Los policías revisaron a la persona pero ya estaba sin vida.
Al lugar llegaron paramédicos de la Cruz Roja quienes confirmaron el deceso de la persona.
Luego de mil corruptelas
mentiras, simulaciones
el ladrón de siete suelas
se va a robar tus afores...
Y SU NARCOCANDIDATA
SEGURO SALDRÁ MÁS RATA.
![[Cusi y Carichí sometidos a lo que ordena El 11 o El Virolo]](/__export/sites/laopcion/img/2024/05/04/6mf7gXs9EnJFRCVB.jpeg?v=3)
[Cusi y Carichí sometidos a lo que ordena El 11 o El Virolo]
Quién sabe si en el levantón y amenazas que sufrió hace unos días Octavio Sias Lugo, candidato por el Partido Verde a la alcaldía de Cusihuiriachi (Cusi), tenga que ver el Cártel del Tigre que desde hace años tiene el control en esa zona.
El líder de ese grupo delictivo es Edgar Gamboa Sosa, alias "El 11" o "El Virolo", a quien le han atribuido un resto de crímenes en varios municipios como Carichí, Cusihuiriachi, Nonoava, San Francisco de Borja y Cuauhtémoc, donde, por cierto, comentan que es quien maneja toda la venta de drogas con apoyo de policías.
Ya en varias ocasiones la policía del estado ha tratado de capturar a El 11, pero se les ha pelado.
Dicen que cuenta con apoyo de los policías de Cuauhtémoc y no se diga de los de Cusihuiriachi, donde, refieren, tiene uno de sus escondites favoritos y puede dormir tranquilo, gracias a varios anillos de seguridad por en caso de una inesperada visita.
Pero por lo pronto, parece que la zona de Cusi, por donde ande ahora el candidato amenazado, ahora habrá más presencia de la policía, porque van a andar cuidándolo.
- Por Luis Rubén Maldonado
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