Por León Reyes
Cuando el país y el PRI pudieron haber cambiado, hoy Colosio solo es un pretexto
Para un discurso, generalmente chafa y lacrimoso.
En los 90s, fui parte de un equipo que trabajó con seriedad una transformación radical del PRI para modernizarlo.
La fatalidad se encargó de truncar la transformación del PRI y de las instituciones.
Si aquella tarde de Lomas Taurinas no hubiera existido.
Posiblemente éste país seria otro.
El PRI sería un partido de ciudadanos libres, democrático y líder de causas sociales.
No habría sectores, ni estructura territorial.
No repartiríamos dadivas , ni despensas, laminas y cemento.
Seriamos un partido moderno, sin necesidad de acarreos el día D.
La fatalidad lo impidió y tenemos un partido en el que su organización estatutaria, solo es un instrumento de control.
Por eso y muchas cosas más, perdemos el apoyo popular, aceptamos lo inaceptable, y la gran mayoría de la burocracia partidaria prefiere morir a que afecten sus intereses
Y ven el cambio y modernización del PRI y de los que lo proponemos como su enemigo principal.