Opinión

La columna

  • Por Cynthia
La columna

Por Carlos Jaramillo Vela 

¿Quién apoya a Josefina Vázquez: el Gobierno del Estado Chihuahua y los chihuahuenses, o Javier Corral?

Levantó polémica, sin duda, en días recientes, la visita de “apoyo” efectuada el domingo 14 de mayo, por Javier Corral, a su correligionaria Josefina Vázquez, candidata del PAN al gobierno del Estado de México. Lo controversial del caso no se debe al hecho de que Corral haya ido a “respaldar” a la abanderada pese a no tener mucha afinidad con ella y ni con algunos de sus seguidores –el ex presidente Felipe Calderón, Margarita Zavala, Ricardo Anaya, María Eugenia Campos y Mario Vázquez, entre otros-. El punto polémico del asunto tampoco fue la “selfie” que le tomaron con la aspirante, misma que al ser subida a las redes sociales y los medios informativos –esos con los que la administración corralista tampoco ha hecho buenas migas-, resultó ser la causante de que todo el orbe supiera de la visita relámpago hecha por Corral para “solidarizarse” con la campaña electoral de quien pretende ser su homóloga.

El quid del caso estuvo precisamente en que según lo informado por varios medios de comunicación, no hay certeza de si el viaje hecho por Javier Corral al Estado de México, con fines de impulso proselitista, lo hizo con su peculio, o empleando una de las aeronaves del Gobierno del Estado de Chihuahua, lo cual, de ser cierta esta última hipótesis, es un delito que se denomina peculado, imputable a aquél funcionario que, disponiendo del uso de bienes y/o recursos públicos, realice acciones para favorecer a determinado partido político o candidato.

Por su parte, Corral no presentó prueba alguna que desmintiera convincentemente la acusación formulada por los medios en su contra, por lo que prevalecieron las sospechas. Sin embargo, otro de los aspectos que los periodistas criticaron a la actuación de Corral fue la estratagema manipuladora ejecutada por el equipo de comunicación social del mandatario, al subir a las redes sociales información sobre su visita de ese mismo domingo al poblado de Creel -en la Sierra Tarahumara-, con el objeto de hacer creer a los Chihuahuenses que toda esa jornada dominical Corral la habría de dedicar a una gira por la citada comunidad serrana. Pero, paradójicamente, fueron las mismas redes sociales, en las que Corral y sus asesores fincaron su fallida estrategia distractora, las que al final de la jornada terminarían por delatar la “escapada” dominical del mandatario chihuahuense hacia el Estado de México, cuando el equipo de campaña de la candidata mexiquense divulgó la evidente y delatora “selfie”.

Los aviones, helicópteros, automóviles y demás recursos del Estado de Chihuahua pueden ser utilizados por el titular del poder ejecutivo local para la realización de actos, labores y viajes oficiales, en los que el gobernador Corral participe con tal investidura y en representación de los chihuahuenses. A contario sensu, lo que no resultaría lícito -y además revelaría una absoluta falta de respeto y de honestidad hacia los gobernados-, sería que Javier Corral haga uso de los bienes públicos que administra, para rendir apoyo –auténtico o por compromiso, eso no importa- a los candidatos y líderes de su partido. Cuando Corral se sume en respaldo a las tareas de proselitismo de sus correligionarios, debe hacerlo cubriendo los gastos con sus propios recursos, y no con cargo al erario público de Chihuahua. Por ello la pregunta: ¿Quién está apoyando a Josefina Vázquez: el Gobierno del Estado Chihuahua y los chihuahuenses, o Javier Corral?

 

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