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Devora cementos sierra de nombre de dios

Chihuahua.- Con desgaste en sus faldas y notables huellas de las explosiones y rebajes en sus cerros, los chihuahuenses vemos cómo la empresa Cementos de Chihuahua acaba con los cerros de Nombre de Dios.  Al...
  • Por César Lozano

Parte I.- Con desgaste en sus faldas y notables huellas de las explosiones y rebajes en sus cerros, los habitantes de la capital del estado miran cómo la empresa Cementos de Chihuahua acaba con los cerros de Nombre de Dios. 

Al dar un recorrido por toda la franja del Río Sacramento, donde colinda la sierra, se pueden observar las marcas del desgaste en los cerros por la actividad humana. La empresa cementera extrae materia prima para la elaboración de concretos y materiales para construcción. 

El deterioro comienza en el arroyo a la altura de la Avenida Nogales, donde su lecho se convierte en depósito de escombro, que tiende a propagarse por el Río Sacramento, cuyas áreas también presentan deterioro pese al esfuerzo de grupos ecologistas que luchas por su conservación. 

La Sierra de Nombre de Dios, junto con el Cerro del Coronal y el Cerro Grande, sin símbolos chihuahuenses que además de ser pulmones naturales y barreras climatológicas, son áreas de esparcimiento de senderistas, deportistas y familias enteras, aunque, en el caso de Nombre de Dios, los predios son propiedad de la familia Terrazas y Grupo Cementos de Chihuahua hasta  cerca de los límites con el vecino municipio de Aldama. 

Pese a todo,  Grupo Cementos recibió el 2015 el Premio Municipal al Cuidado del Medio Ambiente en la categoría de Personas Morales por sus acciones en pro de la ecología, por la donación de 25 mil árboles endémicos.

La cercanía de la población con las actividades de la empresa que utiliza químicos y explosivos a cielo abierto, representa riesgos a la salud de quienes respiran el polvo que se esparce por las colonias cercanas. 

En la actualidad, Cementos de Chihuahua da empleo directo a cerca de 3 mil personas y genera una gran actividad económica en la capital chihuahuense y en el estado, de ahí la disyuntiva que aparece en torno a si se debe ponderar la actividad económica sobre la destrucción del ecosistema.

Continuará el siguiente domingo.

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