Local

Para nosotras aún no ha llegado el nuevo amanecer: Norma Ledezma

Hace 14 años le entregaron una caja blanca, herméticamente cerrada, con lo que quedó de su hija. Durante 27 días, Norma Ledezma, en aquel entonces una trabajadora de la maquila, ama de casa y madre...
  • Por Cynthia
Para nosotras aún no ha llegado el nuevo amanecer: Norma Ledezma

Hace 14 años le entregaron una caja blanca, herméticamente cerrada, con lo que quedó de su hija. Durante 27 días, Norma Ledezma, en aquel entonces una trabajadora de la maquila, ama de casa y madre de familia, vivió la peor tortura de su vida. Su pequeña Paloma estaba desaparecida.

Al enterrar los restos de Paloma Angélica Escobar Ledezma, nació una nueva Norma Ledezma: una mujer de dolor y coraje, de un solo grito prolongado, de “justicia para nuestras hijas”. Una mujer que, con la voz desgarrada, se paró en frente de “un gobernador de esperanza” para decirle que para ellas, las madres de hijas asesinadas y desaparecidas, el nuevo amanecer aún no ha llegado.

El grito de Norma Ledezma, en la ceremonia conmemorativa del Día internacional para Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, fue de esperanza y de advertencia a la vez.

“Es la primera vez que un gobernador, en esta fecha, se sienta con la sociedad civil, se mezcla, y yo quisiera creer que dentro de cinco años pudiéramos decir que este gobernador sí cumplió, porque en 14 años ninguno ha cumplido. Yo quisiera que este nuevo amanecer fuera para todos, porque para nosotras aún no ha llegado, todavía no lo vemos”, manifestó la fundadora de la organización “Justicia para Nuestras Hijas”.

Gobernadores tras gobernadores, procuradores, fiscales, reuniones, eventos tras eventos … ¡Y la justicia no ha llegado! – ese fue el grito de Norma Ledezma.

“Desde el desierto de Chihuahua la voz de nuestras hijas, madres, hermanas, las que ya localizamos y la voz de las que no hemos localizado, las que continúan desaparecidas, seguirá siendo a través de nosotras, seguiremos gritando cada día, cada amanecer que queremos justicia.”

Con lágrimas contenidas, la activista agradeció la confianza que le han depositado sus compañeras de dolor -madres de hijas muertas, mutiladas, destrozadas, desaparecidas- para llevar con vida la organización que a lo largo de 14 años ha estado en búsqueda permanente. Para ella, la violencia en su máxima expresión es la desaparición, más que el feminicidio: “Es una tortura que carcome día tras día y que nos puede llevar a la muerte. Cuando hemos encontrado a nuestras hijas, tenemos una paz, pero la sed de justicia no cesa”.

Esas palabras no las aprendió de un libro, del guion de una película o un documental: “Es una historia que he vivido en ese marzo del 2002 y que jamás pensé que hoy estaría aquí…. Primero era una, después eran siete y después muchas más”.

En Chihuahua, hay 2 mil 382 mujeres muertas de 1993 a la fecha; 93 en lo que lleva este año, dijo Norma Ledezma. “¡Exijamos justicia por ellas, las que ya no están, sigamos gritando día a día, para que todas las Palomas vuelvan a su nido!”.

Tomada de la Cambio 16, revista oficial del gobierno del estado

Tags: