Opinión

OMBUDSWOMAN

  • Por EditoraSD
OMBUDSWOMAN

Por Nancy Escarcega

México. – En México, a partir del 5 de junio de 1990 surge a la vida jurídica la comisión nacional de los derechos humanos como un organismo desconcentrado de la Secretaria de Gobernación, con atribuciones para la protección, observancia, promoción, estudio y divulgación de los derechos humanos.

En el estado de Chihuahua, por decreto de fecha 22 de noviembre de 1990 el Gobernador, Lic. Fernando Baeza Meléndez, instruye crear la Comisión Estatal de Derechos Humanos. Desde ese momento, hemos tenido a seis Presidentes, todos representados por una persona del género masculino.

El abanico de derechos por los que debe velar la persona titular de la Presidencia de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos (CEDH) es muy amplio en el marco de los sistemas justiciales estatales, en la justiciabilidad de los derechos humanos, y en la consolidación de la gobernabilidad democrática, teniendo dos actividades principales: la protección y promoción de los derechos humanos.

En nuestro estado, existen diversos tipos de violencias que se ejercen contra mujeres y niñas, así como muchas situaciones que las afectan directamente y que, por tanto, deben ser vistas desde la óptica de género, como los derechos sexuales y reproductivos, la violencia sexista, la protección de las mujeres transgénero; escenarios que deben construirse y fortalecerse desde el aporte de una Ombudswoman.

Huelga decir que es fundamental que la Defensoría del Pueblo genere el clima propicio para que las recomendaciones emitidas tengan un impacto transformador, que genere espacios de dialogo, y que realice pronunciamientos que nos lleven a establecer medidas que realmente corrijan la naturaleza de dichas problemáticas.

Paralelamente a estas actividades, se requiere de experiencia en el control sobre la Administración Pública, y de un amplio manejo de los marcos normativos. En este sentido, hablar de una Ombudswoman, no se trata de una insignificancia, o de un debate por las palabras, sino de figura clave en el impulso hacia la igualdad de género, pues no podemos hablar de protección de derechos humanos sin hablar de los derechos de las mujeres.

Aunque nos queda mucho camino por recorrer, nos encontramos ante una gran oportunidad para enfrentar uno de los retos más importantes: cambiar el estatus quo en uno de los estados con altos índices por violencia de género, y con una cultura política que estanca el empoderamiento de la mujer. Prima que a la usanza de Olympe de Gouges realicemos acciones afirmativas para transformar nuestra sociedad hacia una más justa, más igualitaria, más equitativa.

Finalmente, concluyo haciendo un llamamiento al H. Congreso del Estado para que a la hora de tomar una decisión, se decante por una persona que venga a robustecer el avance que se ha logrado en materia de derechos humanos, y forje el camino hacia la igualdad, siendo el perfil adecuado atendiendo al contexto en el que nos encontramos, el de una mujer, que no debe ser visualizada solamente desde su conocimiento administrativo, o por una imposición política, sino por una mujer que tenga la visión de no dejar que ninguna persona se quede atrás, que tenga una trayectoria recorrida en la promoción y defensa de los derechos del pueblo.