*Súper rechifla contra Corral *La pregunta que amlo no respondió *Cabada el ganón *Cambia tema de Duarte

JUSTICIA divina, karma o como sea, pero El Paisa pagó un mililitro de la soberbia que le caracteriza. En el gimnasio del colegio de bachilleres, le hicieron ver su suerte. Fue vergonzoso, de pena ajena, ver que no le dejaron hablar, pues su discurso apenas duró un minuto y medio, algo nunca visto por estas tierras. Fuera Corral y una rechifla impresionante, enmarcaron el evento. El Paisanito abandonó el micrófono y corrió a los brazos de amlo para buscar protección. Pero no por eso el respetable dejó de lanzar rechiflas y cuanta ocurrencia tuvo. López Obrador le preguntó a la gente qué pensaba del gobernador y entonces surgió otra impresionante rechifla. El presidente advirtió que cuando lleguen las elecciones, cada chango a su mecate. Mi pecho no es bodega, dijo, y ya saben que siempre digo lo que pienso y fue ahí cuando se sinceró con la gente. Hay que reconocerlo, el tigre fronterizo se calmó, como suele hacerlo el presidente durante sus giras de trabajo. Corral se veía muy chiquito junto a amlo, como un arlequín, un bufón sin gracia, un remedo de gobernador. 

FUE ésta la pregunta que el presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador, no quiso contestar, durante la rueda de prensa mañanera realizada en Ciudad Juárez. Por más que el reportero de esta casa editora levantó la mano, durante todo el evento, amlo solo le miraba, pero nunca le dio la palabra. La pregunta se formula a través de La Fuente, ya que no fue posible hacerlo en el formato de la conferencia. Cita: Hace 41 días, el gobernador Javier Corral ordenó a sus escoltas despojar de un iPhone 8 Plus al reportero Gabriel Venzor de La Opción de Chihuahua, porque nuestro compañero le tomaba fotos mientras jugaba en una cancha de tenis que está ubicada en un espacio público y hasta el momento no lo ha entregado a pesar que el juez tercero de distrito lo ordenó al otorgar la suspensión provisional y después de saber que por ese teléfono de nuestro compañero entraron a espiar los chats de los reporteros de Chihuahua y después de conocer por medio de una solicitud de amparo que el reportero fue detenido, fichado en pleno espacio público y acusado de ser del narco según las propias palabras del gobernador Javier Corral Jurado y después de confesar el mismo mandatario todo en una rueda de prensa a la que él mismo convocó el día siguiente para hablar del tema; el congreso del estado aprobó por abrumadora mayoría un exhorto para pedirle a Corral que devolviera el teléfono y la feadle ordenó medidas para proteger a Gabriel Venzor pero la guardia nacional respondió que no tienen recursos ni humanos ni materiales ni operativos para cumplir con la vigilancia policial ordenada y usted mismo señor presidente, cuestionado sobre el tema contestó que no creía eso de Corral porque era un progresista y defensor de libertades cuando hace un año había dicho que era un ultra conservador y represor de maestros y movimientos sociales, así que la pregunta clara y directa es, señor presidente: ¿puede más en este gobierno el abuso de un gobernador mentiroso que no respeta que la libertad de expresión que usted mismo defiende todos los días en los espacios de las mañaneras?

SIN lugar a dudas, cayó redondito en el cuatro que le pusieron a El Paisa en la mañanera. Obligado a contestar sobre su postura de adherirse o no al insabi, cambió de postura en menos de un minuto. Era obvio que en su mente se albergaba la idea de negarse a firmar con el gobierno federal la entrega del sector salud. Su partido, el pan, a nivel nacional, formó un frente opositor, y Corral estaba adherido, pero no tuvo los tamaños de decirlo frente al presidente de la república. Vacilante, el gobernador trastabilleó y respondió que no, luego que si, después que no y al final que sí. Su respuesta fue toda una serie de altibajos que no dieron color al final de cuentas. Una hora después de la mañanera, su vocero envió un boletín para decir que, si firmaría el estado con el insabi, a pesar que en la conferencia de prensa de amlo, había señalado que esperaría la reunión de Grajeda, su secretario de salud, con los funcionarios federales en cdmx. Cierto, Corral envió a sus voceros a preguntar al presidente sobre el tema que le atormenta, que no le deja ser, ni respirar, ni vivir, o séase, Duarte. Y el presidente dio la nota, aunque la respuesta, como diría Bob Dylan, pues la clave se halla en la administración del calendario.

EL ganón de la visita presidencial fue sin lugar a dudas el alcalde de Juárez, Armando Cabada. Sin hacer ruido, logró que amlo le hiciera un reconocimiento público, de carácter nacional, algo muy inusual en López Obrador. Cabada es el segundo gobernante más interesado en asistir a las reuniones del gabinete de seguridad. Mientras que Corral apenas estuvo presente en la segunda –y hasta boletín envió para hacer público su ridículo- el edil fronterizo acude al llamado a la mayoría de las reuniones, decenas de éstas. Incluso, dijo su nombre completo, Héctor Armando Cabada Alvídrez y elogió su labor en los temas de migrantes, adicciones, violencia intrafamiliar y seguridad pública. Como luego dice el refrán, te lo digo juan para que lo entiendas pedro, ya se sabe hacia dónde iba dirigido el mensaje final. De la mañanera en adelante, el alcalde de Juárez no se despegó del presidente de la república. Los cambios aprendidos han dado resultados, ni duda cabe, porque, en política, el que no cambia no avanza. Tengan para que aprendan, dijo amlo, al poner de ejemplo la responsabilidad del alcalde de Juárez, al recordar al tabasqueño aquel que entregó un libro de Juan Rulfo a Gabriel García Marquez, al llegar a tierras mexicanas.

SIN DUDA sorprendió amlo con la info que soltó sobre el proceso de extradición de César Duarte. Sí procede, señaló el presidente de la república, al responder a pregunta expresa. Dijo que el departamento de estado norteamericano le notificó recientemente la admisión de la solicitud. Se dice que sorprendió porque se había permeado la idea que Duarte es un testigo protegido en los estados unidos. López Obrador no reveló si aún se mantiene en los estados unidos, pero es obvio que sí, porque, de lo contrario, ya lo habrían revelado los propios norteamericanos. El gobierno de Corral había hecho mal el trámite de la extradición, como había revelado Marcelo Ebrard y confirmado Andrés Manuel López Obrador. Se supone que el gobierno de amlo retomó el tema y por eso, ahora, el gobierno de EU señaló que sí procede la solicitud de la extradición. La cosa se pone interesante, pero, una cosa está clara: amlo le arrebató al tema a El Paisa. 

DIJO amlo en Juárez que el gobierno debe no permitir la vinculación de la delincuencia con la autoridad. Mantener la independencia, el pintar la raya, cuando la autoridad está penetrada, infiltrada, controlada, al servicio de la delincuencia, no se avanza. Mandan ellos, ellos gobiernan, y ya para qué, profundizamos sobre el tema, dijo López Obrador, porque eso es del dominio público. Entonces tenemos que procurar que haya esta separación, una línea divisoria, una frontera, la autoridad, por un lado, la delincuencia por otro, no la mescolanza, no la asociación delictuosa. No estamos subordinados a intereses de grupos creados, solo tenemos como amo al pueblo de México y somos un país libre y soberano. Literalmente, esto dijo amlo en la primera parte de la mañanera en Ciudad Juárez, ante un Corral que no atinaba qué hacer, con la cara volteada, en el contexto de un libro, El Traidor, de la periodista Anabel Hernández, en el que se dice que todos los gobernadores del país reciben sobornos de El Cartel de Sinaloa.