La Fuente Móvil

LA REUNIÓN

  • Por Editor R
LA REUNIÓN

El Juez de Distrito Roberto Alcoverde decidió absolver a Los Borruel por amenazar con un arma de fuego al Director de este portal informativo. Habrá que conocer los motivos del Juzgador, más allá de sus supuestos argumentos jurídicos, para ignorar la cadena de probanzas desahogadas en el proceso. De inmediato, La Fuente convocó al War Room de La Opción de Chihuahua e ipso facto acudieron El Zorro de Nuevo Casas Grandes, La Pizcadora de Delicias, Filemón y El Gato Kaschín, muy agarrados de la mano, y El Cacahuate con su cámara Pentax K-1000 de las que se usaban antes en el periodismo. La discusión se puso álgida y en repetidas ocasiones se escuchó la palabra “pendejo” pero eso no quiere decir que en todas las menciones se refirieran al Juez Alcoverde. También hablaban del Abogánster Hugo Acosta y del propio Carlos “Marcialino” Borruel Baquera. Incluso, para hacerles competencia, empezaron a circular grapas con polvo blanco, yerba seca y olorosa, licor y un poco de fentanilo para andar igual de idiotas que aquellos y enfrentarlos con el contrafestejo. Ya hasta la madre, con la nariz toda polveada, El Gato Kaschín dijo que el periodista se tuvo muy merecida la amenaza con la pistola por haber publicado la narcofiesta donde Carlos Borruel Macías, según el reporte de la policía municipal, había intentado violar a su prima en un Depa del Distrito Uno. Igualmente, muy alterado, señaló que por eso El Bisonte de Nuevo Casas Grandes estaba todavía desaparecido y se preguntó si entre los cien cuerpos encontrados en las fosas de Casas Grandes y Ascensión no estarían sus cuernos. Filemón, aturrado y paralizado por el fentanilo, empezó a reírse como Hugo Acosta, y a decir que el Juez había sido coaccionado. El Zorro de Ciudad Juárez, envalentonado como Borruel Jr aquel fatídico día, empezó a acosar a La Pizcadora de Delicias, que gritaba desaforadamente que controlaran a su compañero. La Fuente no tuvo más remedio que declarar concluída la reunión, pero antes sometió a votación la posibilidad de que el Juez hubiera dictado sentencia influído por un factor ajeno al propio juicio y, todos, sin excepción, unos tirados en el piso, otros arriba de los sillones y algunos más desde el baño, levantaron la mano como señal de haber sufragado a favor.