Mi Pódium

La lealtad

  • Por Editor R
La lealtad

La lealtad constituye el valor número uno en la política y en la vida común, sin lugar a dudas, sin que pueda esto rebatirse.

Su valor esencial consiste en que facilita la ejecución de los proyectos en forma vertical e incluso horizontal.

Nada podría hacerse sin la lealtad.

Recuerdo en mis andanzas periodísticas haber escuchado decir a Patricio: “no hay sayos”, cuando se le inquirió por la tardanza en la realización de una obra.

También me tocó oir a Reyes Baeza decir esto con cierta ironía: “se solicitan colaboradores leales, si saben de alguno, envíenmelo por favor”.

A Duarte le falló la lealtad en muchos, convencidos de que el Exgobernador solo acarreaba agua para su molino.

De El Góber Gay, Javier Corral Jurado, ni siquiera vale la pena hablar porque este siniestro y perverso personaje no se tenía lealtad ni siquiera consigo mismo.

Corral vivía una dualidad interna que le hacía traicionarse a si mismo y por tanto traicionar a los demás incluídos los más cercanos.

Ahora Maru vive un proceso similar, que toca a todos los Gobernadores durante los primeros dos años de su Gobierno.

Son los llamados ajustes de tuercas.

No es que no sepan o no puedan o no quieran, sino que les ha faltado lealtad para consumar el proyecto original.

Se suben a un ladrillo y se marean, se apoderan de pequeñas parcelas, escuchan el canto de las sirenas o de plano se les vacían los ojos por el poder.

Y lo digo desde aquí, porque éste es mi Pódium.