Mi Pódium

Si se pudiera

  • Por Editor R
Si se pudiera

Por Osbaldo Salvador Ang.- Me preguntaron qué me gustaría hacer, si se pudiera, de las cosas que hacía en la infancia.

Respondí que jugar futbol soccer.

Patear el balón, anidarlo en la esquina de la portería, celebrar el gol y sentir que me hacía gigante con la anotación.

Sudar a chorros, correr todo el día, estrenar un par de calcetas, portar la camiseta de un equipo de mi barrio y tomar el camión los sábados para irnos a la cancha agendada.

Tocar la bola, jugar en equipo, repartir el juego, cruzar los pases, diblar al contrario y gritar las dos horas del juego con instrucciones a mis compañeros y arengas deportivas para no abandonarse al cansancio.

Ni se diga tirar un penalti, con fuerza, raso, fuerte y colocado, como diría Pelé, y ver cómo el portero se lanzaba al vacío, a una tarea imposible, para caer mientras el balón le zumbaba en los oídos al cruzar la portería.

Gastar todos las tardes en el futbol y ver en la noche de fin de semana los juegos de los equipos tapatíos por la televisión.

Y en las vacaciones, sobretodo las de verano, patear el balón desde que sale el sol hasta que anochece y se prenden los faroles de la esquina.

Tirarme después del juego de barrio en la banqueta, sin camisa, con un refresco y un gansito, para dialogar a gritos con los amigos y hacer comentarios sobre el juego.

Eso me gustaría. Si se pudiera.

Y de pasada, mandar a chingar a su madre a todos los que desean hacer el mal por encontrar obstáculos en su camino.

A los que se les dificultan las cosas que anhelan incluso de forma indebida o ilegal por ambiciones políticas estúpidas y fuera de lugar o de la razón.

También a los corifeos que por 200 pesos traicionan o clavan el cuchillo por la espalda como viles malandrines de la más baja ralea.

Eso me gustaría. Pero solo si se pudiera.

Y lo digo desde aquí, porque éste es mi Pódium.