Opinión

Narco corridos

  • Por José Oswaldo
Narco corridos

Por Álvaro Rojas

“… Con cuernos de chivo y bazuca en la nuca, volando cabezas al que se atraviesa somos sanguinarios locos bien ondeados nos gusta matar…”

Los Sanguinarios Del M1

Al analizar los narcocorridos, debemos analizarlos desde dos perspectivas, la musical, y el impacto social que éstos tienen.

En primer término, debemos advertir que en lo general, por no decir en su totalidad, este género es interpretado por “músicos” de manera limitada, con voces y música que dejan mucho que desear, por no decir de manera espantosa. Al analizar las letras resalta la simpleza y lo tendencioso que éstas llegan a ser, las cuales pudieran resumirse en seis palabras: armas, droga, dinero, poder, muerte y mujeres, letras que son una verdadera ofensa a nuestros grandes compositores mexicanos como Lara, Cantoral o Manzanero.

En segundo término, si pudiera llamarse género musical, es el alto contenido de violencia y su afán exaltador de elevar a un grado de héroes nacionales a quienes llevan a cabo acciones ilícitas tales como ejecutar, cercenar, mutilar, secuestrar, portar armas, ingerir drogas, robar, etc., situaciones que tienen a la sociedad chihuahuense en un temor generalizado.

Pero el problema no para ahí, al contrario, éste crece cuando esta música entra al tejido social, y personas (muchos jóvenes) que no pertenecen a ningún grupo del crimen organizado, es decir, ciudadanos comunes de nuestro Estado que han vivido la realidad de nuestra problemática, éstos en su afán de mostrarse poderosos y tratando de homologarse con los narcotraficantes, en una muestra por demás de ignorancia e irresponsabilidad, escuchan con gran orgullo y cantan sin ton ni son estos temas, sin pasar en algún momento por su cabeza, que este tipo de música exalta las conductas de personajes que son los responsables de más de tres mil  muertes en Chihuahua en el 2010, o que éstos mismos pudieran ser los que han secuestrado, extorsionado o robado a alguien de su familia, en fin, los responsables de convertir al Estado en una zona de combate.

Por dicho motivo, principalmente escribo invitándote a reflexionar sobre qué clase de acciones realizas para mejorar nuestra sociedad, porque al escuchar esa “música” se da por entendido que no repudias todas las conductas que tengan que ver con el crimen organizado, de hecho inevitablemente te conviertes en un cómplice tácito del mal que azota a nuestro país.

Sólo pensando y actuando cada quien responsablemente para mejorar México, podremos llegar a ser una verdadera Nación.

Es todo y cuanto.