Opinión

Una generación muda o mute

  • Por editoragt
Una generación muda o mute

De músico, poeta y loco…
 

Las mujeres utilizan una media de 20.000 palabras al día, en comparación con las 7,000 que los hombres pronuncian, al menos esa es la afirmación de una serie de libros de autoayuda y de ciencia popular, citada por expertos aparentemente autorizados y ampliamente divulgada. Este mito apareció en la cubierta de la pasta del libro "El cerebro femenino", pero cuando un profesor de lingüística, de la Universidad de Pennsylvania, cuestionó el uso de esas cifras, que parecían estar vagamente basadas en unos números aparecidos en un libro de autoayuda, el autor del libro estuvo de acuerdo con él y se comprometió a eliminarlas de futuras ediciones.

La conversación escrita que mantienen los jóvenes hoy y también no pocos adultos, usan una escritura que equivale a una conversación verbal, donde las normas lingüísticas se rompen, esto no significa que los jóvenes no sepan cuáles son, pero en los chats, no les interesan. El 97% de los jóvenes apenas hablan por teléfono, sólo se comunican a través de mensajes escritos o de voz, es pues, una generación muda o mute, la escritura da más tiempo para pensar la respuesta y les hace sentirse más seguros. WhatsApp es el canal preferido para comunicarse con mensajes escritos y de voz para el 96.8% de adolescentes y menores que tienen celular.

Los chats carecen de emociones, que se suplen con los emoticones, pero estos también han evolucionado, ya que, de los primeros, aquellos en los que el ingenio y el teclado eran los que mostraban la cara alegre en  una conversación, por ejemplo: alegre :-) o triste :(  ahora se convierten en caritas o imágenes más explicitas, que se descargan de aplicaciones en las tablets o en los celulares.


Desde que los jóvenes solo tenían 160 caracteres en sus mensajes SMS, abreviaban de tal manera, que se suprimían las vocales, empleando la economía lingüística, y escribían palabras como: “amg” por “amigo”; “kien” por “quién o quien”; “qantos” por “cuántos o cuantos”.  

Todo esto está pasando factura. Esos menores y adolescentes que renuncian a conversar y se comunican siempre a través de una conexión, tendrán más tarde dificultades para las relaciones cara a cara, prueba de ello, queda evidente cuando hacen uso del teléfono para hablar,  es entonces cuando afloran las dificultades a la hora de mantener una conversación por esos aparatos al no estar acostumbrados a hablar por teléfono, como se había hecho toda la vida, hasta la aparición de estas nuevas tecnologías.

Hace poco tiempo, una amiga de mi hija Marlene comentaba que su hijo hablaba hasta por los codos (como coloquialmente se dice), al estar conectado con sus amigos por internet en esas consolas de video juegos: Xbox, Nintendo o Playstation, entonces, le surgió la idea a ella, de invitarlos a la casa para que convivieran y, al mismo tiempo conocerlos, grande sería su sorpresa que, las horas que estuvieron juntos, no hablaron nada entre ellos y cada quien estaba sumergido en la pantalla de su teléfono celular.

Cuantos de nosotros no vemos que parejas, amigos o familias, en lugares públicos, como en los restaurantes, cada quien está en su celular. Bien dice el dicho: “El teléfono te acerca a quienes están lejos, pero te aleja de quienes están cerca.” Para todo hay un momento y un lugar, pero el teléfono celular está prácticamente en todos los momentos y lugares. Está presente mientras cocinamos, trabajamos, vemos la TV, tomamos un café con los amigos o comemos con la familia. Ha invadido nuestro día a día y ha acabado restando calidad y cantidad a los momentos que pasamos con las personas que tenemos cerca.


Sin embargo, lo que un día fue una opción comunicativa para todos, hoy nos está convirtiendo en esclavos. Las personas nos apremiamos a contestar con inmediatez. Estar en posesión un teléfono móvil inteligente o “smartphone” tiene efectos secundarios. El primero es la creación de una imperiosa necesidad de conexión con el mundo, con nuestro trabajo, con nuestros amigos, con el material audiovisual: memes, videos, tik tok. El segundo efecto secundario es la incapacidad para estar con uno mismo a solas. Cuando una persona está en el autobús, en la escuela, en la calle, tomando un café o en su casa en soledad, suele tener el teléfono móvil como comodín. El hecho de estar con el teléfono móvil constantemente provoca que frenemos nuestro diálogo interno. Esto puede ser positivo en ciertas ocasiones, pero en la mayoría empobrece nuestro autoconocimiento y nuestro desarrollo personal.

Ejemplos de posibles banderas rojas de los mensajes en los adolescentes: KMS: Es una abreviatura de Internet para suicidarme. Generalmente se usa como una expresión melodramática de frustración o disgusto o una expresión más seria de incomodidad o tristeza. KYS: Es un acrónimo de Internet que significa "suicídate", que se usa como una burla o una forma de acoso que se emite después de que alguien ha hecho algo que se considera vergonzoso o patético. Y muchas más, que por cuestiones de espacio no menciono.

Los emoticones para describir conductas asociadas a las drogas, parecen imágenes inocentes, pero la combinación de emojis de galleta, muñeco de nieve, caja y paracaídas puede codificarse para "ha llegado un gran lote de cocaína". Un autobús escolar es un código para Xanax; un corazón azul, metanfetamina. Una hoja de arce representa todas las drogas. Prediquemos con el ejemplo, no reprochemos a los jóvenes que no sueltan el celular, si nosotros hacemos exactamente lo mismo y no conversamos con ellos, ni les prestamos atención.

Frases de la semana: “Existe un lenguaje que va más allá de las palabras.”-Paulo Coelho-. “Los límites de mi lenguaje son los límites de mi mente.” -Ludwig Wittgenstein-. “Ser perceptivo, significa ser capaz de detectar las contradicciones entre las palabras de una persona y el lenguaje de su cuerpo.” -Allan Peas-. Y mi favorita: “La tonalidad y el lenguaje corporal determinan que, la palabra HOLA, signifique un simple reconocimiento, una amenaza, una humillación o un agradable saludo.” -John Grinder-.


Cantante recomendado de la semana: James Brown (1933-2006) fue un cantante de soul y funk estadounidense, a menudo se le refiere por los apodos honoríficos Padrino del Soul, "Sr. Dinamita" y "Hermano Soul No. 1". La revista estadounidense Rolling Stone lo posicionó en el puesto 7º de su listado de Los 100 Grandes Artistas de todos los tiempos. Me gusta mucho I Got you (I Feel Good), pero mi favorita es, para mí, una de las canciones más poderosas de la historia musical: It's a Man's Man's Man's World.

Canción recomendada de la semana: It's a Man's Man's Man's World (Es un mundo de hombres). Fue grabada como si fuera un sermón, algunas de sus palabras fueron retomadas de la Biblia. Enumera las invenciones que han mejorado la vida del hombre, pero el cantante afirma que nada de esto tiene sentido sin la compañía de una mujer. Traducción libre de una parte de la canción: Este es un mundo de hombres, pero no sería nada nada sin una mujer. Verás, el hombre creó el automóvil  para llevarnos por la carretera, creó el tren para llevar cargas pesadas, creó la electricidad para sacarnos de la oscuridad, creó los botes para el agua, como Noé creó el arca, este es un mundo de hombres, pero no sería nada sin una mujer.

Recomiendo las versiones con Joss Stone, Etta James, Karise Eden, Patricia Kaas, Christina Aguilera, Seal, Cher, Tom Jones, Céline Dion, Natasha Atlas, Marla Glen, Renee Geyer y Annisette, pero una de las interpretaciones más memorables se realizó en un concierto humanitario, donde James Brown la cantó con Luciano Pavarotti (Pavarotti & Friends), en la ciudad italiana de Modena en 2002.

Por hoy es todo. Pues me voy…    [email protected]


Posdata: No se aceptan críticas, porque ¿saben ustedes cual es la diferencia entre una crítica positiva y la negativa? Pues, la positiva es toda la que yo hago y, la negativa es… ¡toda aquella que me hacen a mí!