La Fuente

*Asustados secretarios del gabinete *La parálisis afecta todo el equipo *Corral quiere recortar gasto en seguridad *La mentirilla del auditor

  • Por Editora NG
*Asustados secretarios del gabinete *La parálisis afecta todo el equipo *Corral quiere recortar gasto en seguridad *La mentirilla del auditor

NO SUENA lógico y congruente que El Paisa aplique medidas de austeridad en el gasto del combate a la inseguridad y contra la violencia intrafamiliar. Debería explicar las razones de esa prioridad, porque, extrañamente, son dos rubros en los que el estado anda para el arrastre. Debería analizar el tema en todas las dependencias, porque, si los asuntos esenciales no han sido resueltos, no es posible que le recorte recursos a esos programas. Concha Landa, la de cultura, se la pasa en Londres y París, y traduce textos al inglés, por ejemplo, y el subsecretario de innovación y desarrollo económico hace carnitas asadas en Monterrey para toda la raza. La Petty Guerrero se la pasa de gira en las barrancas y el teleférico, dicen, y Alejandra de la Vega nunca está en su oficina. El representante de Ciudad Juárez vive y despacha en la capital del estado, la coordinación de comunicación social está hasta el tope de gente y la secretaría técnica tiene gente de más, además que política digital tiene un presupuesto de 300 mdp para comprar corralbots y en fin, hay 70 mil mdp que nadie sabe a dónde van a parar. Pero si quiere ahorrar 1,500 mdp en en combate a la inseguridad y la violencia intrafamiliar, no suena congruente.

LOS que saben dicen que el estado tuvo que regresar un fondo de recursos para remodelar el mercado Juárez. La falta de formalidad en los trámites hizo que unos diez millones de pesos fueran desperdiciados totalmente, como si hubieran sido tirados a la basura. Cada devolución de recursos públicos, implica responsabilidad administrativa, económica y, en algunos casos, inclusive penal. La gran pregunta es que hace el jefe de gabinete, Ismael El Pasito Rodríguez, en su jornada laboral. Se supone que el funcionario debería estar atento del ejercicio presupuestal de las diversas dependencias. Sin embargo, es el más gabinete más desarticulado que se tenga memoria y de ahí la duda que brinca al respecto. El Pasito no coordina a nadie, nadie le hace caso y nada reporta, porque solamente se dedica a hacerle la tarea a su jefe político, Gustavo Madero, el señor de los negocios. Es raro que los diputados nunca le manden llamar en las comparencias, cuando sobre sus hombros carga la responsabilidad de coordinar a los miembros del gabinete corralista.

EL GOBIERNO de Corral sufre indudablemente una parálisis que la mantiene inmóvil, sin obras ni acciones, ni programas. Ahora se sabe que una de las causas de esto es que los secretarios están asustados y se niegan a estampar la firma que en un futuro les cause responsabilidad. Es decir, tienen miedo que la nueva administración, la que siga en 2021, les apliquen la de El Paisa, o seáse, botellón por angas o mangas. Algunos de los que han salido, como Pablo Cuarón, de educación, o Stefany Olmos, en la función pública, están arrepentidos de haber entrado. Ahora, tras su salida, intentan nadar de muertitos, andar de bajo perfil, para ser olvidados completamente, antes que empiece el nuevo gobierno. Es lógico, porque las tapaderas que hizo La Stéfany en la función pública, en los negocios de Gustavo Madero, mejor conocido como Lord Moches, o los de Miguel Riggs, el diputado federal, con las lonas y los espectaculares, más los de los business en las medicinas y bla bla bla, no son de los que se olvidan fácilmente, además del cochinero en la elección d magistrados y 56 jueces y todo el desmotare que hay en el poder judicial por los manejos de Paco Molina.

DICEN que para uno que madruga hay dos que no duermen y eso le acaba de ocurrir al auditor superior del estado, Héctor Acosta Félix. Los que saben del mundo administrativo y el derecho que le rige, le descubrieron en una mentirilla. Si claro, se trata del caso de su colaborador Luisca, el empleado de ASE que a los cuatro meses de antigüedad se tomó una semana de vacaciones. Héctor Acosta dijo que lunes, martes y miércoles, eran a cuenta de los 20 días de vacaciones que le corresponden por cada año de trabajo y que jueves y viernes santos, fueron declarados como inhábiles desde el año pasado. Sin embargo, el artículo 94 del código administrativo del estado desmiente al auditor superior del estado. Este numeral señala con toda claridad que para gozar del período vacacional se requiere tener una antigüedad mínima de seis meses o seis meses consecutivos de servicios, que no es lo mismo pero es igual. En el caso de Luisca, no se cumple el requisito, pues apenas tiene cuatro meses en la auditoría y, lisa y llanamente, no merecía disfrutar del periodo vacacional y debió haber laborado lunes, martes y miércoles. Esperemos que al menos, para cumplir con la normatividad, se le descuenten esos días y reciba una amonestación, aunque, claro, se vale soñar.

DICEN que El Paisa no visita Ciudad Juárez más que cuando juegan los bravos de su secretaria de innovación, Alejandra de la Vega. Los demás días del año le son inclusive, como luego dicen, porque ni fu ni fa para la adolorida frontera juarense. En estos días, paradójicamente, que según la tradición cristiana sirven para la reflexión, se han acrecentado los crímenes y las ejecuciones. Todavía faltan diez días para que concluya el mes de abril y ya suman 110 homicidios en Juárez. En marzo hubo 116, así que este mes pinta para colocarse a la cabeza en las rojas estadísticas de la frontera norte de la entidad. Eso, obviamente, no le interesa a Corral, que apenas se asoma a los juegos de futbol mencionados, los encuentros de tenis y las jugadas de golf en los fraccionamientos más lujosos de la entidad.