![[¿Y a Loya, Simeón y Aguirre también los van a interrogar?]](/__export/sites/laopcion/img/2025/02/18/xwR9vLiaPGUXhVep.jpg?v=4)
Dicen que las cosas están calientes en la Secretaría de Seguridad Pública del Estado (SSPE) por el asunto de la ejecución del policía de la Bancaria, Víctor Hugo Sosa Martínez.
Comentan que los de asuntos internos se pusieron a “camellar” y están declarando a todos los policías que acudieron a la escena del crimen.
Quién sabe qué es lo que buscan, pero ya fueron citados los policías de Despliegue así como los de los grupos fifís.
Pero hay que recordar que, en el lugar y dentro de la escena, según se vio el día de los hechos, en la zona acordonada también estuvieron los jefes de la SSPE, que son el secretario Gilberto Loya, el subsecretario de despliegue policial, Simeón Esparza y el jefe de estado mayor, que se siente más que el propio secretario, Luis Aguirre.
Junto con ellos, estaban decenas se guaruras que traen, además de policías municipales, del grupo Swat y quien sabe qué tantos más.
Dicen que los policías entrevistados por los de internos son cuestionados con relación a lo que vieron y lo que escucharon en la escena.
Un tema más que están checando los de asuntos internos, es de dónde salió la información de las dos básculas grameras que supuestamente tenía el policía asesinado en su casa, según lo declaró el jefe comunicación social de la SSPE, Jorge Armendáriz, mismas que ahora no las encuentran, nadie sabe nada de ellas, ni el fiscal zona centro, ni el fiscal general del estado.
“No hemos recibido el parte oficial de la Fiscalía, nos notificaron de la presencia de cristal en su camioneta y de dos básculas de gramaje al interior de su domicilio propiedad de gobierno, ellos lo que hacen al momento de embalar evidencia realizan los pesajes y el como parte de la Policía Bancaria tenía este tipo de herramientas", fue parte de lo que declaró a los medios de comunicación Jorge Armendáriz.
¿De dónde habrá sacado esa información el vocero de la SSPE?
Por cierto, escuche el audio del vocero, pa’ que vea que no es mentira.