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De mirrey a autista

México.- Cuando Luis Gerardo Méndez deseaba convertirse en actor, a los 17 años, sus amigos de la preparatoria no confiaban en que eso sería posible, pues no cumplía...
  • Por José Oswaldo
De mirrey a autista

México.- Cuando Luis Gerardo Méndez deseaba convertirse en actor, a los 17 años, sus amigos de la preparatoria no confiaban en que eso sería posible, pues no cumplía con los estereotipos que se veían en la pantalla: “es que tú no estás güero, ni mamado wey”, le decían. Sin embargo, él siempre creyó que esos rasgos no eran lo más importante para trascender en el ámbito, pues podría ofrecer otras características a sus personajes y convertirse en el instrumento de su propio trabajo.

Tomó los comentarios desde otra perspectiva y su pasión lo llevó a estudiar en Casa Azul, la escuela de actuación de la productora Argos, de la que es egresado. Méndez inició desde cero, con proyectos independientes en teatros pequeños, sin dejar de pulir su talento que tras más de diez años está en una de las etapas más fructíferas de su carrera.

Un 'mirrey' muy noble

Luis Gerardo ha interpretado al adicto en el musical Hoy no me puedo levantar, al deficiente mental en la obra The Pillowman, el joven homosexual que busca expresar su condición, en la serie televisiva XY y la película No sé si cortárme las venas o dejármelas largas, uno de los locos del hospital siquiátrico en la serie La clínica, transmitida por Cadenatres, y un mirrey en la cinta Nosotros los Nobles, uno de los trabajos que lo catapultaron a la fama.

Sin duda fue esta historia, dirigida por Gary Alazraki y protagonizada también por Gonzalo Vega, Karla Souza, Juan Pablo Gil, Ianis Guerrero y Carlos Gascón, con la que el público lo identifica ahora como el chico “con la sangre más exclusiva: azul”, de acuerdo a la publicidad del filme, uno de los más afortunados en la taquilla mexicana.

“Jamás me vi como el prototipo de galán ni mucho menos. Pensaba que el tipo físico que tengo, lejos de quitarme personajes, por no poder ser el galán, me podría dar otros como ser el divertido, el amigo de, el yonqui, otras cosas. Con los años, cuando llega cierto reconocimiento, cierto éxito, empiezan a llegar otro tipo de papeles, como el galán de la película, y son cosas que me sorprenden mucho, porque nunca me etiqueté en ese catálogo. Alguna vez hice telenovelas y puedo decir que se respira otra energía y hay que cumplir ciertos parámetros que exigen las empresas o productoras. Lo viví, pasé por ahí y salí corriendo”, relató Luis Gerardo en entrevista con Excélsior.

“Cuando empecé a estudiar actuación en Argos tenían un póster de la carrera que decía: ‘las caras bonitas cambian cada temporada, aquí formamos actores’. Se me quedó muy grabado y me hizo mucho sentido. Como actor, y como ser humano en general, es importante tener claro porqué soy especial y qué es lo que me hace único a mí. Si yo entiendo y soy consciente de cuáles son las cosas que tengo que ofrecer, y no tiene nadie más, entonces estás del otro lado.

“Tú eres tu instrumento de trabajo: tu cuerpo y tu cara no se parece al de nadie más. Si sabes entender eso, vender eso y respetas ese instrumento que es tuyo, lo afinas y lo trabajas para que esté mejor, eso se refleja. Me acuerdo de mis amigos de la prepa y ésa ha sido mi lucha personal: esto es lo que ofrezco, vamos rompiendo estereotipos, quizá alguna vez podré hacer al galán de la película. Y después de diez años de picar piedra, sí se pudo”, expresó el originario de Aguascalientes.

Mente autista

En efecto, Luis Gerardo no sólo interpretó al mirrey Javi Noble, por el que la gente ahora lo detiene en la calle para pedirle un autógrafo o una fotografía, sino que abrió brecha para otros proyectos como la obra Razones para ser bonita, junto a Ludwika Paleta, y su actual protagónico en el Teatro de los Insurgentes: El curioso incidente del perro a la medianoche, en la que interpreta a un adolescente con síndrome de Asperger, una condición ubicada dentro del espectro autista.

“Intepretar a Christopher, un niño con Asperger, ha sido un proceso largo, pero creo que vale la pena. Sin duda es el proyecto que más me ha emocionado en mi carrera. El espectáculo es alucinante, es como entrar a un videojuego, a la mente de este chico, con una historia que empieza siendo de detectives. Es conmovedora, me mueve mucho y me modifica, pues no sólo aborda el Asperger, sino que lo toma como pretexto para hablar del amor entre padres e hijos, el perdón, la identidad y las posibilidades del ser humano. Es inspiradora y divertida, me hace sentir agradecido con mi realidad y entender la importancia de la tolerancia y que todos somos y percibimos el mundo distinto”, señaló el actor de 31 años.

En la piel de un comediante

Otra propuesta interesante se presentó en sus manos este año. Interpretar el papel del comediante Shilinsky (Lituania, 1911—México, 1985), en la película Cantinflas, dirigida por Sebastián del Amo y protagonizada por el español Óscar Jaenada precisamente como el actor Mario Moreno Cantinflas.

“Hay muchas películas de él, aunque hay poco material de cómo era fuera del set. Así que investigué cómo era el universo de las carpas, en los años 20 y 30, y cómo funcionaba ese tipo de entretenimiento.

“Estudié a los rusos que llegaron en esa década y trabajé un poco el acento. Fue muy divertido, porque tuve material fílmico y biográfico y por otro lado mucha libertad para jugar con mi imaginación”, dijo.

La fama no lo mueve del piso

Los proyectos se acumulan para Luis Gerardo, las personas lo detienen en la calle y aún con la euforia de la fama, que sube y baja con el tiempo, el actor no pierde la sonrisa, la humildad y el agradecimiento hacia sus seguidores.

“Lo que he aprendido es que lo peor que puedes hacer es cerrarte a posibilidades. Salí de la escuela con la idea de sólo hacer proyectos independientes y terminé haciendo la telenovela Lola, érase una vez. He pasado por todos esos lugares y hay formatos que ya no me interesan, pero ya los conocí, nadie me lo contó. Después de Nosotros los Nobles ha sido muy particular el proceso, porque no estaba acostumbrado a este nivel de atención. Fueron personajes a los que la gente les tuvo mucho cariño y no sólo quieren una foto contigo, sino que sienten que son tus amigos y te quieren platicar. Eso es muy bonito y entrañable, pero al principio fue complicado, porque no me podía parar en un centro comercial.

“Me pasó antes, cuando tenía 24 años, en Hoy no me puedo levantar. Era joven e inexperto, me mareé un poquito y me creí el actor más importante del país hasta que entiendes que no es así, que son proyectos, que el trabajo del actor es de muchos años y que lo más importante es el trabajo en equipo y la humildad. Todos los lugares comunes son ciertos, eso lo entendí ahí. Ahora me lo tomo con mucha más calma, disfuto el trabajo y me enfoco en lo que es real para mí. La fama, las críticas y la taquilla no dependen de mí, así que procuro no prestarles tanta atención”, concluyó.

El curioso incidente del perro a la medianoche

- Basada en el best-seller de Mark Haddon.

- Adaptada por Simon Stephens.

- Dirección de Francisco Franco.

- Escenografía de Jorge Ballina.

- Música original de Julieta Venegas.

- Elenco compuesto por Luis Gerardo Méndez, Rebecca Jones, Alejandro Camacho, Cecilia Suárez, Luz María Aguilar.

- Teatro de los Insurgentes.

- Horarios, los jueves a las 20:30; viernes, 19:00 y 21:45; sábado, 18:00 y 20:45; domingo, 18:00 horas.

Razones para ser bonita

- Junto a Ludwika Paleta.

- Teatro de la Ciudad ubicado en Zuazua y Matamoros s/n, col. Centro, Monterrey, Nuevo León.

- Martes 26 de noviembre, 2013.

- Horario, a las 19:00 y 21:30 horas.

- Costo, 350 y 550 pesos.

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