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El canto sana y conjura a los demonios: Serrat recibe el honoris causa

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“Quiero pensar, quiero estar cierto, de que llegará el día en que este México de los libros le gane al México de las armas”. Con esta frase, el compositor y cantante catalán Joan Manuel Serrat cerró ayer su discurso de recepción del doctorado Honoris causa, que le otorgó la Universidad de Guadalajara.

Tras varios días de observar cómo los mexicanos se vuelcan a las calles de la capital jalisciense para llenar los salones y pasillos de la 39 Feria Internacional del Libro de Guadalajara, el músico dijo estar feliz de haber sido reconocido por una universidad mexicana y revaloró la importancia social del canto, y su relación con el país.

Me complace que, concediéndome este doctorado, hayan valorado esa parcela de la poesía que es la canción popular; que es una forma de acceder al conocimiento del mundo”, agregó en el Paraninfo Enrique Díaz de León, donde la rectora Karla Planter le entregó un diploma y una medalla.

Por México siento un cariño correspondido. Es un amor que empieza desde que pisé por primera vez estas tierras, hace más de 50 años, y que se ha ido renovando y consolidando. Cuando los avatares de la vida me impidieron regresar a España, me abrió las puertas y me invitó a pasar.

“Me enamoré de sus canciones, de sus paisajes, de su comida, de su manera de entender la vida, de convivir con la muerte; de este pueblo en el que el surrealismo es algo tan natural, como la lluvia o la locura”, comentó.

El cariño, el amor, es lo que mueve mis pasos. Tengo absoluta necesidad de querer y de ser querido. Y, en esta vida, los amigos son la única acumulación que merece la pena; y, además, no se pagan impuestos”, agregó el Premio Princesa de Asturias de las Artes 2024.

Ante un público que le aplaudió de pie, destacó el poder sanador del canto. “Pitágoras, hace 2 mil 500 años, ya recomendaba a sus pacientes cantar, para eliminar del organismo el miedo, las preocupaciones y la ira. Y son muchos los científicos y médicos que siguen estos consejos y concuerdan en que la música tiene efectos sanadores”.

“Las canciones han acompañado al hombre en sus lutos y en sus fiestas”

El cantautor confesó que “escribo canciones para expresarme, para comunicarme. Son mi realidad, pero también mi fantasía. Escribo canciones tratando de entender las voces de la calle, de comprender los ecos también. Hace más de 60 años que voy dejando por escrito mis pensamientos”.

Detalló que “las canciones han acompañado al hombre en sus lutos y en sus fiestas, en sus tareas cotidianas, labrando la tierra, subiéndose a los andamios, bajándose a las minas.

Cantando compartes lo que amas y te enfrentas a lo que te incomoda. Conjuras a los demonios y conviertes sueños en modestas realidades. Canto por el placer de hacerlo. Nunca he tenido otro argumento”, concluyó.

 

 

(Información de Éxcelsior)