La Fuente Móvil

TRASIMACO Y SCAÉVOLA

  • Por Editor R
TRASIMACO Y SCAÉVOLA

EL PAISA piensa que el mundo gira a su alrededor y que todo lo que no sale conforme a su interés, forma parte de un compló. Ahora salió con que en el tribunal superior del estado pudieron haber citado antes del domingo a Maru Campos y César Jáuregui. Así como de ladito, acusó al presidente, que no es otro que el magistrado Pablo Héctor González, de no acatar instrucciones. Lo que se sabe en los pasillos del tribunal superior de justicia es que Pablito respetará la autonomía de los jueces para que hagan cumplir el proceso y apliquen la ley en conciencia. Tal vez para esto no estaba preparado el gobernador, que suponía a sus pies a jueces y magistrados. El presidente del TSJ no se meterá en el proceso, ojo, pero fortalecerá las decisiones de sus muchachos para desahogar de manera objetiva y apegada al derecho los procesos contra la alcaldesa y su secretario del ayuntamiento. Es interesante el tema porque González Villalobos no estima empañar el poder judicial en los juicios politizados. Bastante daño le hizo al TSJ su antecesora en la presidencia del consejo de la judicatura como para permitir que se doble a las autoridades jurisdiccionales con el peso del poder político. Ni de un lado ni de otro, se dice, sino que se respetará la igualdad entre las partes con la debida participación equilibradora de la autoridad judicial. Hay que reconocer una cosa: Pablo Héctor no se hizo en la judicatura de la noche a la mañana ni tampoco ignora los ventarrones de las fuerzas políticas que golpean a su ventana. El deber de esos jueces del fuero común será el de aplicar rigurosamente la ley y analizar los elementos del caso. Dáme los hechos que yo te daré el derecho, decía Scaévola, el gran jurisconsulto romano. A Pablo Héctor le tocará demostrar que el sofista Trasímaco estaba equivocado cuando decía que la justicia era la expresión del más fuerte y que la justicia y el derecho constituían el medio del que manda para aprovecharse del que obedece.