Opinión

Consejos de Don Quijote a Sancho de Miguel de Cervantes

  • Por Daniela Jiménez
Consejos de Don Quijote a Sancho de Miguel de Cervantes

¡USTED DIRÁ…! Recuerdos cercanos…

Contextos y Pretextos

Miguel Herrera Golarte

El que se enoja pierde.

Sabiduría popular

Hace más de 50 años, en el Instituto Regional de Chihuahua, conocí del siguiente texto:

CONSEJOS DE DON QUIJOTE A SANCHO de MIGUEL DE CERVANTES

 “Haz gala, Sancho, de la humildad de tu linaje, y no te desprecies de decir que vienes de labradores; porque viendo que no te corres, ninguno se pondrá a correrte y préciate mas de ser humilde virtuoso qué pecador soberbio. . . Mira, Sancho, si tomas por mira la virtud, y te precias de hacer hechos virtuosos, no hay para qué tener envidia de los que nacieron príncipes y señores, porque la sangre se hereda y la virtud se aquista, y la virtud vale por sí sola lo que la sangre no vale.

“Nunca te guíes por la ley del  encaje, que suele tener mucha cabida con los ignorantes que presumen de agudos.

“Hallen en ti más compasión las lágrimas del pobre; pero no más justicia que las informaciones del rico.

“Procura descubrir la verdad por entre las promesas y dádivas de rico, como por entre los sollozos e importunidades del pobre.

“Cuando pudiere y debiere tener lugar la equidad, no cargues todo el rigor de la ley al delincuente, que no es mejor la fama del juez riguroso que la del compasivo.

“Si acaso doblares la vara de la justicia, no sea con el peso de la dádiva, sino con el de la misericordia.

“Cuanto te sucediera juzgar algún pleito de algún tu enemigo, aparta las mientes de tu injuria, y ponlas en la verdad del caso.

“No te ciegue la pasión propia en la causa ajena, que los yerros que en ella hicieres las más veces serán sin remedio y si le tuvieren, será a costa de tu crédito y aun de tu hacienda.

“Si alguna mujer hermosa viniere a pedirte justicia, quita los ojos de sus lágrimas y los oídos de sus gemidos, y considera despacio la sustancia de lo que pide, si no quieres que se anegue tu razón en su llanto y tu bondad en sus suspiros.

“Al que has de castigar con obras no trates mal con palabras, pues le basta al desdichado la pena del suplicio, sin la añadidura de las malas razones.

“Al culpado que cayere debajo de tu jurisdicción considérale hombre miserable, sujeto a las condiciones de la depravada naturaleza nuestra, y en todo cuando fuere de parte sin hacer agravio a la contraria, muéstrate piadoso y clemente porque aunque los atributos de Dios todos son iguales, más resplandece y campea a nuestro ver el de la misericordia que el de la justicia.

 “Si estos preceptos y estas reglas sigues, Sancho, serán luengos tu días, tu fama será eterna, tus premios colmados, tu felicidad indecible; casarás tus hijos como quisieres, títulos tendrán ellos y tus nietos, vivirás en paz y beneplácito de las gentes y en los últimos pasos de la vida te alcanzará el de la muerte, en vejez suave y madura, y cerrarán tuso ojos las tiernas y delicadas manos de tus terceros netezuelos”.

Allá por el año 1996 un amigo me regaló un libro que contiene el siguiente poema: ¿Qué les queda a los jóvenes? De Mario Benedetti

¿Qué les queda por probar a los jóvenes en este mundo de paciencia y asco?
¿sólo grafitti? ¿rock? ¿escepticismo? también les queda no decir amén
no dejar que les maten el amor recuperar el habla y la utopía
ser jóvenes sin prisa y con memoria situarse en una historia que es la suya
no convertirse en viejos prematuros

¿qué les queda por probar a los jóvenes en este mundo de rutina y ruina?
¿cocaína? ¿cerveza? ¿barras bravas? les queda respirar / abrir los ojos
descubrir las raíces del horror inventar paz así sea a ponchazos
entenderse con la naturaleza y con la lluvia y los relámpagos
y con el sentimiento y con la muerte esa loca de atar y desatar

¿qué les queda por probar a los jóvenes en este mundo de consumo y humo?
¿vértigo? ¿asaltos? ¿discotecas? también les queda discutir con dios
tanto si existe como si no existe tender manos que ayudan / abrir puertas
entre el corazón propio y el ajeno / sobre todo les queda hacer futuro
a pesar de los ruines de pasado y los sabios granujas del presente.

Saramago dice: “Somos la memoria que tenemos y la responsabilidad que asumimos. Sin memoria no existimos, y sin responsabilidad quizá no merezcamos existir”

Y PLATON “El precio de desentenderse de la política es el ser gobernado por los peores hombres”.