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Tom selleck, hombre con pasión

Ciudad de México.- Las manifestaciones en contra del abuso policial en Estados Unidos, apuntan hacia todos los rincones. El mundo del espectáculo también trata de imponer un cambio. Quitaron Lo que...
  • Por Editor 02

Tom Selleck

Tom Selleck

Ciudad de México.- Las manifestaciones en contra del abuso policial en Estados Unidos, apuntan hacia todos los rincones. El mundo del espectáculo también trata de imponer un cambio. Quitaron Lo que el viento se llevó de la programación de HBO Max y cancelaron la serie Cops que solía mostrar la verdadera policía en acción. Y aunque la cadena CBS afirmó una completa solidaridad “condenando todo acto de racismo, discriminación y cualquier acto de violencia sin sentido”, el reciente 6 de junio anunció la nueva temporada de la serie policial Blue Bloods, que cumplirá nada menos que 11 años con Tom Selleck, mostrando el lado más real de la policía de Nueva York.

¿En medio de tantas protestas en contra de la policía en Estados Unidos, con Blue Bloods tratan de mostrar el lado positivo?

Esa es la intención. Blue Bloods es la historia de una familia, tres generaciones de policías de Nueva York. De ahí viene el título Sangre azul. En la serie, mi padre había sido jefe de la policía y yo soy el comisionado de la policía de Nueva York, con otro hijo policía que interpreta Donnie Wahlberg, además de otra hija en un puesto de la fiscalía con Bridget Moynahan.

¿Qué estilos de trabajo aceptaría hoy, más allá del estereotipo personaje del policía?

¿Qué busco? Ofrecimientos. En realidad no tengo ninguna lista. Me divertí mucho haciendo producciones de cine del Lejano Oeste que tuvieron mucho éxito y a lo mejor me gustaría volver a filmar algo así. Pero me gusta ir y volver de medios diferentes. Trato de elegir los mejores trabajos que me ofrecen. Jesse Stone es el mejor personaje que tuve en mucho tiempo. Y aunque sean películas de TV, me llevan por lo menos seis meses porque soy el productor, editor y guionista.

Selleck ya había aparecido con el rol del Sargento Ed Brock en uno de los episodios de Marcus Welby M.D. además de una participación especial en Las calles de San Francisco, pero su fama se la debe a otra serie de la década de los 80, en el rol del galante investigador privado Magnum P.I. que solía recorrer las fabulosas playas de Hawái en un Ferrari descapotable.

En cine tuvo otro estilo de actuaciones como en Tres hombres y un bebé, además del paso por la famosa Friends, como el divorciado oftalmólogo novio de Mónica.

¿Siente la presión de mantener el honor del buen nombre Tom Selleck con cada nuevo trabajo?

Hay quienes me preguntan por qué no hago comedias. Lo haría si el rol fuera bueno, pero sólo me ofrecen alguna estúpida participación donde siento que escupiría mi carrera por solo aparecer para prestar mi nombre.

¿Alguna vez rechazó una película que terminó siendo un éxito después?

 No, aprendí mi lección en ese sentido. Cuando rechacé algo, lo hizo la segunda opción. Es algo que hice con un amigo, pero fue sin darme cuenta que lo había hecho por el orgullo de que me ofrecieran una película que no podía hacer en la época de Magnum. No me preguntes, porque tampoco te voy a decir qué película fue.

¿Se refiere al rol de Harrison Ford como Indiana Jones en Cazadores del Arca Perdida?

 Todo el mundo lo dice, pero Indiana Jones es ahora de Harrison Ford y él debe estar cansado de escuchar la misma historia. La verdad es que yo no rechacé el rol de Indiana Jones. CBS no me hubiera dejado hacerla porque estaba filmando Magnum. Es cierto que hice una prueba de cámaras y cuando Steven (Spielberg) me pidió mostrarla en una edición de lujo, incluso le dije que estaba bien.

¿Cómo logró conservar el éxito después de tanto tiempo?

La verdad, no sé si hay un secreto. Pero es cierto que vi pasar mucha gente en este negocio, porque trabajo desde que tenía 21 años. Pero recién a los 35 te diría que tuve mi primer trabajo regular, con Magnum. Y ni siquiera en aquel entonces acepté las fortunas que me ofrecían para filmar publicidad. Rechacé millones de dólares en la época de Magnum. Pensaba: “Si Robert Redford y Paul Newman no filman publicidades, yo tampoco”. No creía que fuera posible mantener una larga carrera así. ¿Cuántos productos puede creerte la gente? ¿Cuánto más puedo exponerme? El éxito de Magnum fue asombroso y yo también estaba por todos lados. Tampoco tengo tantos trucos escondidos en la manga, pero las largas carreras son muy escasas. Hoy en día los actores estamos siempre expuestos aunque no quieras. Pero yo tampoco doy por hecho el público que me sigue. No tengo problemas en repetir estilos y quedarme en una caja de personajes inteligentes muy definidos. El peor error es tratar de interpretar roles solo por querer demostrar que uno puede hacer algo diferente.

¿A pesar del paso del tiempo mantiene la misma pasión de siempre?

Sí, sí, la pasión está siempre ahí, porque también tengo mis miedos. Todavía me pongo nervioso por hacer un buen trabajo. Un poco de miedo es lo mejor que te puede pasar. Me la paso cuestionándome cada momento, pero también hay que estar preparados para el fracaso.

¿Qué considera como fracaso?

Una vez cometí un tremendo error al aceptar algo que jamás pensé que me podían ofrecer. Hice una película terrible sobre Colón, Christopher Columbus: The Discovery, sólo por trabajar con Marlon Brando. Mi hija había tenido una neumonía viral y yo quería renunciar si ella todavía seguía en el hospital. Había pasado cuatro meses en Japón cuando fui a filmar sólo para trabajar con Brando, porque quería conocerlo, pero el día que mi hija salió del hospital me fui. Terminé tomándome un año de vacaciones que se convirtieron en tres y para ese entonces también me costaba encontrar el balance en el trabajo, porque cuando estás sin trabajar también te cuesta rechazar ofrecimientos.

¿Lo más difícil que le tocó hacer en toda su carrera?

Las comedias románticas son las más difíciles porque hay que mantenerse lo suficientemente real para que el público se preocupe por los protagonistas, además de hacerlos reír o asustarlos en el camino. No es para nada fácil.

¿Qué tan difícil fue la transición de la TV al cine y viceversa: Magnum P.I., a Tres hombres y un bebé y la vuelta a la TV con Friends y Blue Bloods?

En los 80 nadie hacía cine y televisión al mismo tiempo. Yo tuve éxito en ese sentido y me frustraba, porque te aseguro que tenía mucho más éxito del que mostraban los medios. Yo no paraba de recibir ofertas, pero los medios trataban de imponerme un ancla en un solo ángulo. Hoy, cambió, es mucho más fácil ver actores que pasan de la TV al cine, pero cuando yo lo hice, me juzgaron bastante. Tres hombres... fue la primera película en recaudaciones, en todo el mundo, la primera producción de cine que se mantuvo en el primer puesto el fin de semana de Acción de Gracias, Navidad y Año Nuevo.

¿Es verdad que se negó a llevar a Magnum al cine?

Nunca me llamaron. Nadie escribió el guion. Es algo que me preguntan siempre. Magnum se vio en 100 países y la gente me confunde todo el tiempo. Creen que soy Magnum de verdad. Cuando planeaba llevarlo al cine, el proyecto quedó en la nada porque Universal Studios tuvo tres dueños diferentes en los 90. Tom Clancy quería hacerla porque era un gran admirador de Magnum. Pero en la historia final de la serie, él volvía a la armada. Necesitábamos una buena historia. Supongo que es interesante saber lo que pasó con él cuando se fue. Y es lo que hubiéramos mostrado en el cine. Ese sería un buen comienzo. Pero nadie me lo pidió, nadie firmó el cheque, todavía. Y tampoco creo que me quieran... hoy.

¿CÓMO ACEPTÓ FRIENDS?

Todos decían que no lo hiciera, que iba a parecer que volvía de rodillas a la TV, sobre los hombros de la fama de otros. Yo estaba haciendo cine en aquel entonces, pero me pareció un buen show y tampoco había hecho ninguna comedia de TV desde la época de Taxi. Me gustaba el desafío, la idea, porque ni siquiera me dieron un guion. Fue un riesgo total. El mismo riesgo que parecían las películas de Jesse Stone, por el parecido con Magnum.

Con información de Excélsior

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