Juárez

Fue un triunfo el Festival de Día de Muertos en la UTCJ

  • Por Redacción
Fue un triunfo el Festival de Día de Muertos en la UTCJ

Jazmín Alejandra Soto, Juan Miguel Maciel y el grupo de Amalia Hernández se llevan los máximos honores en una jornada de tradición, arte y orgullo universitario

Ciudad Juárez.— Con una explosión de color, misticismo y talento, la Universidad Tecnológica de Ciudad Juárez (UTCJ) volvió a consagrarse como una de las instituciones más comprometidas con la preservación de las tradiciones mexicanas al celebrar su Festival de Día de Muertos, donde la creatividad, la emoción y el respeto a las raíces se conjugaron en un solo espacio.

Entre los ganadores, Jazmín Alejandra Soto Romero se alzó con el primer lugar en la categoría de Catrina, destacando por la elegancia en su caracterización, el equilibrio entre maquillaje, atuendo y porte escénico.
En tanto, Juan Miguel Maciel de la Cruz triunfó como mejor Catrín, con un vestuario minuciosamente confeccionado y una interpretación que evocó al México de antaño.
El mejor altar fue elaborado por el grupo dirigido a Amalia Hernández (1917-2000), una bailarina, coreógrafa y maestra mexicana, fundadora del Ballet Folklórico de México, cuya propuesta conmovió a los visitantes al fusionar simbolismos prehispánicos con elementos contemporáneos en honor a las almas de los difuntos, rodeado de veladoras, papel picado y flores de cempasúchil que parecían dialogar con la luz.

Desde temprana hora, los pasillos universitarios se transformaron en un panteón simbólico. Se instalaron 17 altares, además de uno principal en el edificio de Vinculación y otro realizado por docentes.

Cada uno relató una historia distinta; hubo altares dedicados a artistas, a familiares fallecidos y a figuras representativas de la identidad fronteriza.

El incienso, las calaveras de azúcar y los retratos se combinaron con innovaciones visuales, logrando un equilibrio entre lo ancestral y lo moderno.

El jefe del Departamento de Cultura, Carlos Puente, subrayó que el objetivo del evento fue reafirmar las raíces mexicanas frente a las influencias extranjeras, haciendo del festival una oportunidad para fortalecer la identidad nacional en la frontera.

El secretario Académico de la UTCJ, Hugo García, felicitó a toda la comunidad universitaria por su entusiasta participación, destacando el esfuerzo de los estudiantes, docentes y organizadores para mantener vivas las tradiciones mexicanas.
Reconoció particularmente la creatividad y el compromiso de los jóvenes que participaron en los concursos de catrinas, catrines y altares, subrayando que este tipo de actividades fortalecen el sentido de pertenencia, fomentan la convivencia y promueven los valores culturales que distinguen a la institución.
El funcionario académico expresó su orgullo por el trabajo del área de Cultura, encabezada por Carlos Puente, por consolidar un festival que crece en calidad, organización y participación.

El concurso de Catrinas y Catrines fue el punto culminante de la jornada.

La pasarela, ambientada con música del grupo de jazz Interplay, se convirtió en un desfile de fantasía donde el maquillaje se volvió arte y la actitud, poesía visual.

Los atuendos hechos a mano, los tocados florales y las pinturas faciales detalladas arrancaron aplausos y lágrimas de emoción.

Mientras tanto, en los alrededores del foro principal, los asistentes disfrutaron de puestos de comida tradicional mexicana, venta de artesanías y actividades artísticas que incluyeron danza folclórica, canto, música sierreña y el cierre con el grupo Classe, que encendió la fiesta con ritmos variados.

Los ganadores de cada categoría recibieron premios en efectivo de 5,000, 3,000 y 1,000 pesos, reconociendo su talento, esfuerzo y originalidad.

El ambiente festivo atrajo una afluencia estimada de entre tres y cuatro mil personas a lo largo del día, entre estudiantes, familias y visitantes de toda la ciudad.

Además, se instaló un photobooth temático para que los asistentes capturaran recuerdos de la jornada; las fotografías serán exhibidas en la cafetería universitaria como parte del registro visual de esta edición del festival.

El evento, que se desarrolló de 9:00 de la mañana a 10:00 de la noche, reafirmó el compromiso de la UTCJ con el arte, la cultura y las tradiciones mexicanas.
Cada altar, cada rostro pintado y cada nota musical reafirmaron que el Día de Muertos no es solo una fecha conmemorativa, sino un acto de identidad colectiva.

La UTCJ volvió a demostrar que la muerte, cuando se celebra con respeto y creatividad, se convierte en una lección de vida, orgullo y pertenencia.