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Corral es un pinche loco enfermo dice Raymundo Romero

  • Por editoragt
Corral es un pinche loco enfermo dice Raymundo Romero

Chihuahua.- En entrevista exclusiva para La Opción de Chihuahua, Raymundo Romero Maldonado, ex secretario general de Gobierno de Chihuahua durante la administración de César Duarte Jáquez, narró paso a paso, el terror por el que Javier Corral lo hizo pasar con prácticas de tortura dentro de la Operación “Justicia para Chihuahua”.

Raymundo Romero Maldonado, se recordó al inicio de la entrevista, el día que fue detenido, en plena víspera de navidad, aquel 24 de diciembre del 2019.

Ese día por la noche, hacía bastante frío, recordó, salí de mi casa para ajustar unos focos de la decoración navideña, en eso se acerca una mujer joven y me dice que, si le podía regalar agua, para ese entonces yo desconocía de quien se trataba.

Dentro estaba toda mi familia, oye, víspera de navidad, la familia, la cena, los regalos, todo estaba listo, en eso le doy el pase a mi casa y le digo a mi esposa que hay una mujer que pide agua y ella amablemente se dirige a la cocina para servirle un vaso con agua y yo cerré la puerta porque como te digo, estaba haciendo bastante frio.

Ya adentro la mujer se sentó en el sillón y cuando se estaba tomando el agua de forma repentina la puerta principal se abrió y entro un sujeto quien dirigiéndose a la mujer dentro le dice “Ya vámonos tenemos que ir a misa”, yo dije a mira que bien van a misa de navidad.

Me acerqué a la puerta y de ahí dicho sujeto me agarró del cuello y del brazo e intenta sacarme, opuse resistencia, pero en eso la mujer que estaba ya dentro me empuja hacia afuera y entre los dos literalmente entre golpes, estrujones y empujones con mala pesa actitud, me arrastraron hasta la calle.

En todo ese momento mi esposa y mi familia pidieron a estas personas que me soltaran que estaba enfermo, con cáncer nivel cuatro, debilitado por las radios en que no me golpearan a lo que dicha persona dice, “cállese señora lo vamos detener y diga que le fue bien, antes no le registramos toda la casa”.

Al escuchar el motivo de su actitud, toda mi familia pidió a los supuestos agentes la orden de aprehensión en mi contra o la orden de cateo para ingresar a mi vivienda de esta forma, pero los sujetos me subieron a empujones a una pick up y me trasladan a la fiscalía zona centro.

En este punto, Raymundo Romero Maldonado, hace un paréntesis en su narración para destacar que, desde el inicio, todo el procedimiento que orquestó Javier Corral en su contra, estuvo plagado de injusticias, irregularidades, abuso de poder, pero lo peor estaba por venir, “Jamás pensé que sería víctima de tortura no solo psicológica, sino física y moral”.

Recordó como si hubiera sido ayer, que los agentes que ingresaron a su vivienda indebidamente, sin mostrar orden de aprehensión, ni siquiera leerle sus derechos, sin mostrar una orden de cateo, lo pusieron en una de las celdas de previas, donde lo dejaron varias horas, incomunicado y solo con la ropa que traía puesta, es ahí donde comenzó la tortura, porque no tenía comunicación con nadie, no le permitieron una llamada telefónica como es el derecho de todo detenido, y mucho menos le permitieron una representación legal.

Ya de madrugada, Raymundo Romero, fue trasladado al penal de Aquiles Serdán, bajo un operativo de seguridad, como si se tratara del más peligroso de los delincuentes, los agentes, sabedores de que las cosas no se estaban haciendo bien y sintiendo esa angustia por alguna extraña amenaza que los embargaba, siempre, siempre a la defensiva, como si alguna persona o alguna fuerza desconocida tratara de arrebatarles aquel detenido de más de 70 años de edad, con cáncer, debilitado por las radioterapias y otros padecimientos, pero en fin.

Continúa narrando Raymundo Romero, al llegar al Cereso estaba lloviendo y me metieron por un área donde a un lado estaban las armas de los celadores y al frente estaba la puerta que da al patio, fue hasta ese lugar donde los agentes me condujeron.

Ya a la intemperie los agentes volvieron a entrar sin decir nada, estaba yo sin saber qué hacer, me dejaron en el exterior con temperaturas bajo cero, bajo la helada lluvia desconcertado me arribe a la pared del edificio donde había una cornisa pero ya estaba yo hecho una sopa, totalmente empapado.

No sé decirte cuánto tiempo pasé afuera, porque después de que los tipos me sacaron al patio, comencé a sentir un fuerte dolor en el pecho, tal vez por la angustia, por el frio, por la humedad o por toda la complejidad de mi salud.

Repentinamente, dos sujetos armados se me acercan y me dicen venga para acá, lejos de la pared, y me dicen parece aquí señalando el medio del patio, y les dije, más bien les suplique no me dejaran ahí porque estaba enfermo y les di toda la lista de mis padecimientos, cáncer nivel cuatro, débil por las radio terapias, adulto mayor y sin medicamentos pero a ellos no les importó, simplemente me dijeron que por orden superior debería de permanecer de pie en medio del patio y si no lo hacía me iría peor, ! ! ! ! imagínate, todavía peor ¡¡¡¡¡¡, ahí permanecí bajo la lluvia, con temperaturas por debajo de los cero grados y no les importó jamás.

Si eso no es tortura, ¿dime entonces que es?, cuestionó Raymundo Romero, sin imaginar que le esperaban peores cosas aun en ese mismo lugar.

Cuando eres despojado de lo único que realmente te pertenece que es tu libertad, pierdes todo, la noción del tiempo, de ti mismo y te invaden los pensamientos y los temores, no por ser culpable de algún delito, porque en todo momento sabía que yo era inocente, temor de no volver a mi familia a mi esposa, de perder la vida por la cerrazón de los tiranos en este caso Javier Corral, sin darme la oportunidad de defenderme como lo que soy un hombre, jamás me doble, jamás dije mentiras y jamás denuncie a nadie o acuse a nadie.

Continúa su relato, con un insoportable dolor en el pecho, finalmente los dos armados salieron a donde yo estaba, pensé que esta tortura había llegado a su fin, pero cuan equivocado estaba, ya que estaba a punto de empeorar.

Los dos sujetos, apuntándome con sus armas me exigieron que me quitara toda la ropa, incrédulo pregunte, queeeee???, que se quite la ropa y de este lado apuntando para donde estaba enfocada una cámara de seguridad, les dije de nueva cuenta oigan no sean ca… estoy muy enfermo y si algo me pasa ustedes van a ser los responsables.

Los agentes ministeriales decían, “no me importa dice el jefe que lo quiere ver sin ropa y de pie voltee para allá” señalando la cámara, “si no a ver cuánto tiempo aguanta ahí” amenazándome con dejarme más tiempo bajo la lluvia si no accedía a cumplir sus órdenes.

Finalmente accedí y me despoje de la ropa y les dije me puedo quedar con los calcetines, y me dijeron “el jefe nos dijo que todo, así que quítese todo”, y así lo hice volteando en todo momento, porque así me lo indicaron los ministeriales, volteado a la cámara, luego de lo cual y tras permanecer en esa posición por  algunos minutos, me dieron un uniforme de color gris y me indicaron que me lo pusiera, ahí mismo bajo la lluvia, todo este tiempo no dejo de llover y todo lo que te he contado se me hizo eterno por estar expuesto a las bajas temperaturas, a la lluvia.

Luego de hablar por el radio, los agentes ministeriales me dijeron, “ahora el jefe quiere verlo vestido de gris voltee a la cámara” y reían, una vez que estuvo “el jefe” satisfecho porque así me dijeron los ministeriales, me metieron a las celdas y pregunte por Tachikín, a quien le pedí una cobija y me recosté en su cama de piedra por cierto, con el dolor en el pecho que nunca se me quitó, ahí me quedé hasta que me llevaron a los juzgados, esto hasta la madrugada del 26 de diciembre por que  como era festivo el 25 no había nadie para darle salida a los detenidos que tenían audiencias, pero para ello me regresaron mi ropa que traía cuando llegue al penal y al igual que llegué al penal toda mojada.

De camino a los juzgados, los ministeriales trataban de que aceptara que fui parte de la compra indebida de un predio rústico ubicado en la población de Guachochi, a un sobreprecio de 20 millones de pesos, que dijera que el ex gobernador César Duarte me había ordenado hacer esa compra y que yo convencí a otras personas a firmar el documento y que por eso me habían acusado de los supuestos delitos de peculado agravado y tráfico de influencias.

Jamás, jamás acepte, ni firmé, ni acuse a nadie, ¡¡¡¡¡¡¡¡ Si César Duarte jamás me dijo nada ¡¡¡¡¡¡¡ les replique varias veces, y así como ya es de todos conocido inicio mi juicio en los tribunales.

Raymundo Romero Maldonado, aseguró “No estamos discutiendo aquí de la culpabilidad o no en el juicio, si tienes elementos de prueba demuéstralos, si soy inocente dame la oportunidad de defenderme, de lo que estamos hablando en esta ocasión es de la tortura, del mal proceso que iniciaron desde el principio, desde la detención antes de la imputación, del trato humillante, de los actos de tortura que fui víctima, así como otros que no aguantaron y firmaron lo que Javier Corral, Cesar Augusto Peniche y Paquito González querían, agentes del ministerio público con órdenes expresas, jueces de consigna, esos que declararon claro que fueron torturados y claro que hoy la justicia esta alcanzado a Paquito”.

“Estaba con un loco como es Javier Corral, está enfermo, debe estar enfermo porque nadie en su sano juicio ni el presidente de la república, ni el presidente municipal está pendiente de cuantas personas detuviste, ni a cuantos torturaste, está mal, tiene otras tareas más importantes de gobierno que andarse dedicando a eso, hasta la esposa de Corral, decía que bueno que lo detuvieron, hay declaraciones de Cinthia Chavira”.

“Este (Javier Corral), destino todo un aparato, una Gestapo para perseguir a César Duarte, porque Corral es un híbrido, y no estoy hablando de su preferencia sexual, estoy hablando que ni mexicano, ni texano, ni gobernador”.

“A mí me dieron un trato humillante, en la parte física por todo lo que me hicieron, por eso fui a derechos humanos el 4 de marzo del 2020, y hasta ahorita noviembre del 2022, aún estoy esperando que me respondan, tú crees que me iban hacer caso en el gobierno de Corral?.

Fue un trato denigrante, humillante, ante la pregunta expresa de que si el trato de las autoridades al mando de Javier Corral, César Augusto Peniche y Francisco González, fue una tortura, Raymundo Romero Maldonado, aseguró “Claro que es tortura, es una violación a los derechos humanos, no es tortura que te encueren si estas enfermo?, que eres vulnerable y que lo sabes, y que te saquen al frio con lluvia en pleno temporada de invierno?, lo sabes, es como ver un crimen, un asesinato lo que hicieron con Lázaro, sabían que estaba enfermo de Covid y lo dejaron ahí hasta que se muriera, donde están los derechos humanos?” se cuestionó.

Para terminar esta entrevista, Raymundo Romero, aseguró “en mi caso con más de 70 años, que me hayan agarrado, que me hayan encuerado y que hayan dado el trato que me dieron, es tortura física y mental, es una tortura que puedes acreditar y más por el caso de cómo me agarraron, me estrujaron, me violentaron y además lo mío no son dichos, no son supuestos, ni son adjetivos y te lo pruebo basta conseguir las cintas del penal, ahí está todo grabado, con un delito inexistente, porque de nueve que firmamos el documento de 30 hectáreas del predio en mención, nomás me agarran a mí, cuando Raúl Chávez aparece su firma sola por 40 hectáreas, es decir diez más de lo original, por eso aparece como testigo protegido”.

Estamos hablando de bandidos, malhechores, “yo no veo que tenga tamaños Paquito, con todo y que es un monigote, un torturador está enfermo, ese no es un ser humano normal, causarle daño al prójimo consiente estas enfermo, y aunque una persona sea culpable no son las formas, por eso clasifican a un torturador como un enfermo mental, lo mío fue una tortura física, psicológica, económica, porque congelaron las cuentas bancarias, boletino a todos los bancos”.

Ante la reacción de Francisco González Arredondeo, tras escuchar su vinculación a proceso por el delito de tortura, Raymundo Romero aseguró, “Paquito es un cobarde, porque un apersona que causo tanto daño que se sentía intocable y le dan lo que merece, que lo están acusando de tortura es doblemente peor, porqué piensa que lo que hizo está bien, es como un homofóbico que anda matando a las personas homosexuales porque piensa que son un mal social, por eso está enfermo”.

En el caso de Paquito González, mensaje envía a la opinión pública?, “Eso es lo que le enseña a sus alumnos? Cobardía?, en vez de gallardía, porque yo no quiero que mi familia me recuerde tendido en un charco de lágrimas”.