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Por las nubes la economía de Puerto Rico gracias a Bad Bunny

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Por las nubes la economía de Puerto Rico gracias a Bad Bunny

La economía de Puerto Rico está recibiendo un estímulo, cortesía de Bad Bunny. Los conciertos del galardonado rapero puertorriqueño en San Juan, de tres meses de duración que sumará 30 presentaciones, está provocando un aumento de la economía de la isla impulsado por sus fans en una época del año en la que el turismo suele tener baja actividad.

Durante la temporada de huracanes del Atlántico, que va de junio a noviembre, el turismo suele descender entre 25 y 45 por ciento, y los precios del alojamiento caen hasta 50 por ciento, según la agencia de turismo Discover Puerto Rico. 

¿Qué esperar tras las presentaciones de Bad Bunny?
El turismo representa alrededor de 7 por ciento de los 114 mil millones de dólares de la economía de Puerto Rico.

Se espera que la residencia de Bad Bunny, que finaliza el 14 de septiembre, atraiga a unos 600 mil asistentes y tenga un impacto económico directo de 250 millones de dólares, según Moody’s Analytics. 

Estimó que el gasto total, que incluye las compras no relacionadas directamente con los conciertos, alcanzará los 400 millones de dólares.

La estancia de Bad Bunny se produce en vísperas de una gira mundial de ocho meses que comenzará en diciembre, y se realiza tras las mega giras mundiales que se han convertido en una constante de los artistas que encabezan las listas de éxitos. 

El Eras Tour de Taylor Swift recaudó más de 2 mil millones de dólares en ventas de entradas, y la gira Cowboy Carter de Beyoncé recaudó 407 millones de dólares. La gira mundial 2024 de Bad Bunny recaudó 208 millones de dólares.

La mala noticia: estímulo será efímero
Moody’s elevó recientemente su previsión económica para Puerto Rico en 2025 de 0.3 por ciento a 0.4 por ciento, en parte debido a la residencia. Jesse Rogers, responsable de LatAm Economics en Moody’s Analytics, dijo que si los miembros de su equipo no fueran fans de Bad Bunny, “probablemente no nos habríamos percatado de esto”.

“El componente agridulce es que este estímulo realmente no va a durar —confirmó Rogers—. De hecho, el crecimiento será algo más lento en 2026, a medida que el estímulo se desvanezca” y finalicen los puestos de trabajo temporales generados por la residencia.
Aun así, Jorge Pérez, quien dirige el Coliseo de Puerto Rico José Miguel Agrelot de San Juan, el recinto de 19 mil 500 localidades que acoge la residencia, afirmó que existe un esfuerzo genuino por repercutir en el turismo.

Durante sus primeras nueve noches, el ciclo estuvo abierto solo a residentes; en ocho horas se vendieron unas 80 mil entradas, de entre 35 y 250 dólares, que reportaron unos ingresos de casi 11 millones de dólares. Otras 400 mil entradas, disponibles para el público en general, se agotaron en cuatro horas en enero.

¿Cómo impactará en el alojamiento?
Alejandro Pabón, socio y promotor de Move Concerts, que produjo la residencia, dijo que sabía que la residencia tendría gran impacto. Agregó que en el momento en que obtuvieron las fechas para el local, la siguiente pregunta fue sobre si habrían suficientes habitaciones de hotel para algo así. 

Se recurrió a Vibee, una unidad de Live Nation que coordina el alojamiento en hoteles; los 34 hoteles comercializados con la residencia se agotaron en 35 horas.

Los ingresos procedentes de los alquileres a corto plazo en San Juan se han duplicado con creces con respecto al año pasado, según AirDNA, que realiza un seguimiento global de los alquileres vacacionales y a corto plazo.

“Vemos este tipo de aumento cuando son los Juegos Olímpicos de París o el Super Bowl, pero son periodos cortos —aseguró Jamie Lane, economista jefe de AirDNA—. Es la primera vez que lo vemos de forma constante, en una sola ciudad”.

Cuando Tanya Orbera, que dirige Real PR Travel, una empresa de planificación de vacaciones, descubrió que los hoteles se estaban reservando rápidamente, “oí el ‘cha-ching’ de las monedas en mi cabeza”, dijo. 

Al principio, Orbera ofrecía paquetes de fiesta en autobús, con música y bebidas, para llevar a los asistentes a los conciertos. Pero las ventas fueron lentas, así que empezó a ofrecer los viajes a quien quisiera ir al coliseo, donde los vendedores organizan puestos y actividades las noches de los espectáculos.

“Creo que en este tipo de situación, tienes que entrar, conseguir tus dólares y ser inteligente con el dinero que vas a ganar ahora mismo”, comentó.
Comerciantes aprovechan turismo para impulsar negocios
El barrio que rodea el coliseo es una especie de desierto turístico, una franja de instituciones financieras y edificios de oficinas. Cuando Camilo Pulido abrió allí su tienda de ropa de playa para hombre, Arrecife, hace seis años, la falta de tráfico peatonal le preocupaba. 

Pero desde que comenzó la residencia de Bad Bunny, compartió, ha observado un repunte en el número de turistas estadunidenses que visitan su tienda, y las ventas por internet se han más que cuadruplicado, impulsadas en gran medida por los pedidos estadunidenses antes de los espectáculos.

Pulido afirmó que de enero a junio de 2025, generaron los mismos ingresos que en todo el año pasado. Y aunque las ventas suelen bajar durante la temporada de huracanes, este año Pulido ha contratado a cuatro trabajadores a tiempo parcial. 

“Antes de junio, solo había dos empleados”, enfatizó.
Descubre Puerto Rico está aprovechando la afluencia temporal de aficionados visitantes y sus dólares para poner de relieve los negocios locales más allá de las zonas habituales de gran afluencia, y la cultura, incluyendo clases de baile tradicional de la bomba y visitas a granjas de café. 

También está comercializando productos locales, como trajes de baño inspirados en la residencia, creados por la empresa de Pulido.

Rosa Torres Feliciano, propietaria de la cafetería Tía Cocina, cerca de Guaynabo, al sur de San Juan, creó publicaciones en Instagram en las que destaca los negocios que espera que los asistentes al concierto patrocinen. 

“Creo que es un momento en el que todos debemos apoyarnos y tener más visibilidad”, dijo Torres Feliciano.

Aseguró que no pretendía que todo el mundo fuera a su restaurante, pero que también disfrutaba sabiendo que su restaurante, el de amigos y en general cualquier otro pequeño negocio iba a recibir nuevos visitantes.

 

 

(Información de The New York Times)