La Fuente Móvil

SAN QUINTÍN

  • Por Editor R
SAN QUINTÍN

Ni con invocar a García Harfuch, el titán de la seguridad –según La Sheinbaum- se pudo contener la violencia en el estado. Este fin de semana pareció una coladera de muertos por todas las regiones de la entidad. Cuerpos y ejecuciones por Ciudad Juárez –incluso en una fiesta infantil- en Parral, en la capital del Estado ni se diga –seis el domingo- otros tantos en Cuauhtémoc y párele de contar. Se tomaron muy en serio el dos de noviembre los sícas de los diferentes cárteles y le pusieron machín al jale para reducir la lista de pendientes. Lo peor de todo esto es que no le tienen miedo ni al Ejército ni a la militarizada Guardia Nacional, ni a la estatal ni a las municipales. Se pasan por el arco del triunfo los recorridos de las famosas células mixtas y les vale Wilson cuanta advertencia realice la autoridad. Más vale que Chilito Loya se ponga las pilas en la coordinación de la mesa de seguridad y deje de aventar choriqueso en sus mañaneras de las ocho porque urgen resultados concretos y no palabrería vana que disfraza su campaña política. No tenemos ya ninguna fuerza que pueda entrar al quite, pues todas andan juntas y ni así se inhibe el delito y, por el contrario, crece la inseguridad. García Harfuche nada más anda de bonito saliendo en las fotos como si fuera actor de telenovela pero el país entero está en llamas y Chihuahua no escapa de esta situación. Si no pueden, renuncien, diría Martí, porque el Sanquintín y bailoteo que les armaron este fin estuvieron realmente de aquellitas.