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Presentan El charro de Toluquilla, documental sobre un jinete con VIH

Guadalajara.- Retomando los estereotipos de las películas mexicanas clásicas de los charros mexicanos, el documental en competencia El charro de Toluquilla, dirigido por José...
  • Por Gabriela Espino
Presentan El charro de Toluquilla, documental sobre un jinete con VIH

Guadalajara.- Retomando los estereotipos de las películas mexicanas clásicas de los charros mexicanos, el documental en competencia El charro de Toluquilla, dirigido por José Villalobos divirtió, conmovió, indignó al auditorio que presenció su estreno en el 31 Festival Internacional de Cine en Guadalajara.

En el largometraje documental se narra un momento en la vida de Jaime García, mejor conocido como El Charro de Toluquilla, un cantante vernáculo oriundo de las cercanías de la ciudad de Guadalajara, quien es seropositivo y presume engañar a su enfermedad encubierto en un estilo de vida desenfadado. Sin embargo su naturaleza genuina emerge al encarar la paternidad de una niña que milagrosamente nació negativa.

En entrevista con La Jornada el director confesó que se dio cuenta de que a este personaje se le podría hacer un documental: “Cuando lo vi montado a caballo; cuando grabé las escenas mostrando su estilo de vida montando su caballo tranquilo consigo mismo; esa fue la primera atracción de filmarlo haciendo cosas.Comencé a sentir que podría ser una película cuando vi su mundo cotidiano no era perfecto, que tenía momentos bajos y momentos altos como todos nosotros. Cuando el mundo que ha construido hacia afuera como El Charro de Toluquilla no correspondía con su vida familiar y específicamente con su hija a la que busca diariamente”.

El documental es una combinación entre un retrato que describe su manera peculiar y desenfadada de vivir el VIH; y un relato que confronta esa personalidad con su realidad en su círculo íntimo de personas. Especialmente en relación a su hija Analía.

Continuando con su explicación Villalobos extendió: “Entonces quise ver qué pasaba con su familia a bajarse de caballo y quitarse el traje de charro. En ese qué pasaba me tocó presenciar cómo su mundo cotidiano cambiaba. Para mí es una exploración al lenguaje del cine, me permitió construir un personaje a partir de una persona real relativamente anónima, construir visual y sonoramente su espacio, su estilo de vida, su pensamiento y filosofía de vida”.

También informó que las tomas que hace del personaje teniendo de fondo los multifamiliares y las grandes antena de telecomunicaciones: “Es mostrar la irrupción de El Charro de Toluquilla en la vida moderna pero también anclándolo a nivel estilístico con las películas clásicas de charros; es una comparación, es un guiño del presente con el pasado, no se trata de presentar sólo al personaje”.

Además el joven director agregó sobre la creación del proyecto el realizador comentó: “Yo era VJ para una banda de rock de Guadalajara y con la banda trabajaba Claudia Méndez (productora) que se encargaba de grabarlos en el escenario. Una vez nos tocó juntarnos para hacer el material visual de una de las canciones de la banda que trataba sobre un hombre que andaba a caballo por la ciudad. Ella me dijo que conocía a un hombre que se llamaba El Charro de Toluquilla, quien además andaba a caballo por la ciudad y que estaría bueno usarlo para el video. Eso me dio la oportunidad de conocerlo y ponerle la cámara enfrente y desde el primer momento me interesó grabarlo fanfarroneando con su yegua en lugares absurdos de la ciudad. Fue en ese proceso que lo empecé a conocer mejor y enterarme que era portador del VIH, por lo que me decidí hacer un documental largometraje acerca de él. Después vino todo lo que mencioné arriba”.

Por su parte el personaje mencionó: “Cuando me propusieron hacer la película les dije que pusieran todo, que yo sería como soy. Tuve la confianza de explayarme tal como soy llorando, riendo, bebiendo, peleando con mi vieja, yendo al hospital... por eso la película salió así porque no planeo lo que digo. Además yo soy portador del virus de VIH y le dije que eso también lo podían poner en las 250 horas que grabaron y de las cuales usaron sólo 200 minutos”.

El Charro de Toluquilla también mencionó: “Varios de mis amigo ya se murieron de diabetes, cáncer, parkinson o alzheimer y yo sigo aquí, por eso abajo del título le pusimos 'bendito sida' porque no he muerto. En esta película quise informar mi diagnóstico a la gente para que la gente se de cuenta de que para el virus del VIH no importa si eres mujer, homosexual, lesbiana, hombre o mujer. Considero que el sida es un virus que se come tus fuerzas y que hay un medicamento retroviral desde hace 13 años que hace que el virus permanezca encapsulado y permite seguir durmiendo, comienzo, haciendo ejercicio y cantando”.

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