Buen Domingo

DE PARADOJAS, GOBIERNOS Y DIOS

  • Por lujardo
DE PARADOJAS, GOBIERNOS Y DIOS

Por Ricardo Luján

Mientras en Estados Unidos Donald Trump muestra su determinación de proteger a los creyentes religiosos y erradicar el sesgo anticristiano en el gobierno federal y establece sanciones contra el aborto, en Chihuahua la Federación a través de la Suprema Corte de Justicia decreta sentencia de muerte para los seres vivos en el seno materno, incluyendo los que tienen ya nueve meses y están a punto de nacer.

Ahí va diciendo.

Por sus frutos se conoce al árbol. Mientras de aquel lado el “gringo bipolar” se propone atacar a los carteles mexicanos y acusa al gobierno de complicidad con el crimen organizado que aterroriza a ciudadanos, acá la “presidenta científica” reclama que mejor primero los norteamericanos combatan a los carteles en su tierra  y arresten a los narcos que venden fentanilo en sus calles. 

Vaya respuesta cómplice disfrazada de falso nacionalismo.

Porque aunque Claudia tuviera razón, a los campesinos y comerciantes mexicanos que deben pagar derecho de piso no les importa lo que suceda en el otro lado, lo que quieren es seguridad para trabajar en su tierra y librarse de los narcos que a su vez son protegidos por policías, ministerios públicos y jueces corruptos sobre todo en estados de gobierno fallido controlado por el crimen organizado.

Al mexicano común que sufre por la delincuencia desatada le viene valiendo wilson que los adictos gabachos queden tirados en las calles grotescamente torcidos, columpinados como zombis, lo que le importa es librarse de los criminales mexicanos que secuestran a sus hijos, padres y hermanos con total impunidad ante la indiferencia de las autoridades que se traduce en complicidad.

A los sinaloenses ni les va ni les viene la muerte por fentanilo de más de cien mil adictos al año allende la frontera, lo que les preocupa que en su colonia proliferan los secuestros, asaltos desapariciones y la guerra desatada frente a las narices del gobernador Rubén Rocha repudiado por la gente y claramente identificado con los carteles de las drogas.

Acá matan curas por denunciar a los narcos y los asesinos siguen libres mientras que allá el presidente Trump crea grupos para defender la vida y la fe cristiana y libera a sacerdotes, activistas y maestros presos durante el gobierno de Biden por profesar su fe cristiana.

Vaya ejemplo de humanismo y cristiandad nos está dando el vecino del norte, generalmente caracterizada como tierra de impíos.

El pasado jueves el presidente Donald Trump anunció la creación de un grupo encabezado por la fiscal general Pam Bondi dedicado a combatir el sesgo anticristiano en las políticas públicas y la vida social.

Durante su discurso pronunciado en el Desayuno Nacional de Oración, Trump sostuvo: “Mientras yo esté en la Casa Blanca protegeremos a los cristianos en nuestras escuelas, en nuestras fuerzas armadas, en nuestro gobierno, en nuestros lugares de trabajo, hospitales y en nuestras plazas públicas (...) y volveremos a unir a nuestro país como una sola nación bajo la guía de Dios”. 

Trump anunció además que planea establecer una nueva comisión presidencial sobre libertad religiosa así como una oficina de fe en la Casa Blanca, que será dirigida por la tele-evangelista reverenda Paula White.

Resulta paradójico que Claudia, presidenta de un país con 98 millones de bautizados, confiese su ateísmo y desprecie la religiosidad en aras de su cientificismo, en tanto que el mandamás de un país de protestantes, anticristianos y hasta cuna de sectas diabólicas afirme que  “no se puede ser feliz sin religión, sin fe”, y remata “Traigamos de vuelta a Dios a nuestras vidas”.

Bien dicen que lo que uno no puede ver en su casa lo ha de tener.