La Fuente Móvil

EL BOTE

  • Por Editor R
EL BOTE

Néstor Armendáriz Loya, Presidente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, tiró El Bote a la basura. Así como se lee, pleno de ignorancia, soberbia y prepotencia, desechó un objeto histórico con un incalculable valor social y político. Resulta que a la entrada del local de la Avenida Zarco, el de la CEDH, había un tinaco metálico partido por la mitad que se conoce como El Bote y que el siglo pasado y antepasado servía como cárcel en Coyame. Los detenidos eran metidos en ese Bote que en la parte superior estaba enrejado para evitar que huyeran los reos. Ahí estuvieron personajes como El Gato Negro, Fermín Arevalo e incluso el propio revolucionario Toribio Ortega. Armendáriz dijo que no tenía valor porque no estaba declarado así por el INAH y literalmente tiró El Bote a un bote de la basura. ¿Qué cosas, no?