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Caen los multihomicidas; dos niños, los testigos...

Chihuahua (Parte 4. Por Héctor Arriaga).- Lo mismo que El Diario, el Heraldo de Chihuahua ofreció desde el principio y durante el mes de junio de 1988 una amplia cobertura del asesinato de...
  • Por José Oswaldo
Caen los multihomicidas; dos niños, los testigos...

Chihuahua (Parte 4. Por Héctor Arriaga).- Lo mismo que El Diario, el Heraldo de Chihuahua ofreció desde el principio y durante el mes de junio de 1988 una amplia cobertura del asesinato de la familia Soto Fierro, primero adjudicado a tres y luego solo a Sergio Arturo Alba Rojo.

El día 3 el rotativo daba a conocer la detención de tres personas a las que se relacionó con el crimen. Como cabeza de su nota principal publicó: “Detenidos Multihomicidas” con un sub encabezado que decía, “dos menores únicos testigos”.

En el cuerpo de la nota podía leerse: - “Las investigaciones en torno al caso del multihomicidio donde cuatro integrantes de la familia Soto Rodríguez perdieron la vida al ser asesinados con brutal saña, realizadas por 14 agentes de la Policía Judicial, dieron sus primeros resultados al ser detenidos tres sujetos como presuntos responsables del asesinato”.

En un primer momento, el Heraldo manejaba la posibilidad de que hubieran sido varias las personas que participaron en la masacre al publicar, - “los posibles autores del crimen fueron identificados como Francisco Piñón, Sergio Alba Rojo y Remedios Aguirre éste último fue detenido hoy en la mañana y trasladado a las oficinas de la Policía Judicial donde estaba siendo interrogado por elementos de la corporación.

Se informó que los tres individuos regularmente se intoxicaban junto con el señor Guadalupe Soto Rodríguez alias “el maicito”, quien tenía antecedentes de vicioso y puchador de mariguana, por lo que varias veces estuvo detenido en la Penitenciaría del Estado” -.

Derivado de la información y en base a filtraciones de la Policía Judicial, el matutino especulaba: “de acuerdo a los informes del caso, los detenidos en varias ocasiones hasta se quedaron a dormir en la casa de la familia masacrada que se ubica en la calle Carlos Carbajal Zarazúa No. 8305. Sin embargo, para la completa resolución del caso serán muy importantes las declaraciones de los dos miembros de la familia más pequeños, María y Jesús Soto Fierro de tres y siete años de edad, que presenciaron el baño de sangre”.

A continuación el Heraldo consignaba el nombre de cada una de las víctimas, entre estas Juana Leticia Fierro de Soto de 34 años de edad que recibió dos balazos, uno en la sien izquierda y el otro en la ceja derecha, además de presentar huellas de estrangulamiento.

Otra de las víctimas era el joven Guadalupe Soto Fierro de 17 años de edad, quien recibió un balazo en la tetilla izquierda y otro en la frente. Finalmente se consigna la muerte de la menor Martha Isela Soto Fierro de apenas 13 años de edad, cuyo cuerpo presentaba un balazo en la tetilla izquierda y uno más en el hígado.

Como parte importante de la evidencia y según el reporte inicial, se especificaba que todos los disparos se realizaron con una pistola calibre 22, a la vez que se manejaba como probable que el asesinato se cometió entre las dos y tres de la madrugada del día anterior, es decir, el jueves 2.

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