Opinión

Don Federico Terrazas Torres

  • Por Editor Em
Don Federico Terrazas Torres


Por cruz Pérez Cuéllar

Siempre había creído que los grandes personajes de nuestra historia, llamados prohombres, lograban su cometido gracias al destino con el cual estaban marcados desde que nacían, al igual que aquellos que alcanzaron un lugar en la historia de nuestro país o el mundo por sus grandes desatinos, por su tiranía o su desafortunado ingenio que les daba para provocar la guerra y conducir a otros a su perdición.

Pero la realidad de las cosas, la experiencia, la vida misma, me abrieron los ojos y me hicieron concebir que ni las grandes obras que benefician a la gente, ni las malas decisiones son cosa del destino, son caminos que cada uno decide tomar y al final de los mismos cada quien se encuentra, ora sí, con el fin que cada uno se fijó desde el principio. Habrá decisiones claras u omisiones que nos lleven por cierto derrotero, pero al final de cuentas en todo ello obra la voluntad y lo que encontremos al final será la obra de nuestras vidas.

Ignorar la vida y obra final de Don Federico Terrazas Torres, sería ignorar a la propia realidad. En el ocaso de su historia florecieron obras nuevas y de clarísimo beneficio para los chihuahuenses, pero también resplandecieron otras que había sembrado desde cinco décadas atrás. Las hay materiales en buen número y de apariencia firme, pero también hay un legado sólido que habla de las virtudes del hombre que aportó mucho a los chihuahuenses; su decencia, sencillez, dedicación e ímpetu, son dignos de imitar, sobretodo quienes desean que sus empresas prosperen.

No voy a inventar que tuve mucho trato con Don Federico Terrazas, pero las experiencias que tuve con él siempre se caracterizaron por el buen trato, por su caballerosidad. No era fácil de impresionar, pero tampoco era arrogante, por el contrario, se le veía siempre con los pies en la tierra y con la cabeza en alto. Pese a la buena o mala fama que cada cual traía a cuestas, Don Federico daba un trato humano y cálido a cada uno, juzgaba por lo que veía y no por lo que le decían.

Hay varios aspectos que me llaman la atención de su vida, por ejemplo su familia y sus convicciones religiosas, de donde no se apartó nunca, así lo tienen claro sus allegados. En lo político, no tenía necesidad alguna de pintarse de ningún color, convivía con unos y con otros, pero siempre con el respeto y la buena voluntad por delante.

Se le reconoce principalmente por sus aportaciones al sector económico de la entidad, pero sabemos qué hay mucho más detrás de él. Varias notas informativas en el plano local y nacional, con motivo de su reciente deceso hicieron referencia a sus aportaciones, como  por ser precursor de la industria maquiladora en Chihuahua, que en los años 70´s junto con un grupo de 15 empresarios de la entidad fueron a visitar al presidente de la República Luis Echeverría, quien apoyó el proyecto del primer parque industrial en Chihuahua, aportó una tercera parte y otro tanto el gobierno de Óscar Flores, la otra tercera parte fue la que le correspondió a la Iniciativa Privada.

Se sabe que su vida profesional inició en la empresa Aceros de Chihuahua, y en 1977 asumió como presidente del Consejo de Cementos de Chihuahua. A principios de los noventas se consolida y se crea el Grupo Cementos de Chihuahua que integra más de 30 empresas, entre las que destacan seis cementeras, como la ubicada como las de Chihuahua, pero otras en Estados Unidos y Sudamérica.

Don Federico Terrazas dirigió a nivel local el Consejo Coordinador Empresarial y algunas de las cámaras agremiadas, como la de la Industria de la Transformación (Canacintra) y la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex).

En el tema educativo promovió la fundación de varias escuelas. Desde 1965, junto con Víctor Cruz Márquez promovieron la construcción de una decena de escuelas, de donde finalmente nació la ESFER; fundó el Instituto Pedagógico Chihuahuense. Se le reconoce particularmente  por impulsar la apertura del Instituto Tecnológico de Monterrey, Campus Chihuahua, en 1976,  (donde fue presidente de su consejo por varias décadas), y más adelante el Tec Milenio.

Con la intención de reducir la deserción escolar en la división técnica, del nivel medio superior, en 1998 crea Fundación Chihuahua AC.

En el sector médico se le recuerda principalmente por la construcción del Hospital CIMA, hoy Hospital Angeles, que cuenta con infraestructura de primer nivel, bajo un concepto  que responde a las exigencias médicas del estado y la región norte del país. Desde hace una década ese hospital cuenta con el Centro Oncológico que alberga una unidad de radioterapia, considerada como la más moderna de Latinoamérica.

En el aspecto cultural y arqueológico se le reconocen grandes aportaciones, para la conservación de edificios históricos y obras que mantienen vivo el pasado de los chihuahuenses.

Don Federico Terrazas ¡descanse en paz!

En tema aparte, quiero referirme a la decisión histórica que tomamos esta semana en la Cámara de Senadores, como preámbulo de las acciones que habremos de tomar en la presente legislatura, en beneficio directo para las y los mexicanos. A iniciativa del Grupo Parlamentario de Movimiento de Regeneración Nacional, se instruyó al área administrativa de la cámara para que frenara la entrega de un bono especial a cada senador para la compra de un vehículo y computadora, por 392 mil pesos, mas otros arrimadijos que no tenían otra justificación más que beneficiar a los nuevos legisladores por el hecho de haber llegado al Congreso.

Estamos hablando que con la medida anterior, enmarcada en el programa de austeridad republicana que ha impulsado MORENA en el Legislativo, y más adelante hará lo propio en el Ejecutivo con la llegada del presidente electo Andres Manuel López Obrador, el Congreso está ahorrando más de 500 millones de pesos que podrán utilizarse en otras acciones de mayor beneficio para la ciudadanía, dejando a un lado los privilegios a los que acostumbró el bipartidismo por casi 100 años.

Además se redujo el salario de los senadores en un 42 por ciento, el presupuesto para gastos extraordinarios quedó eliminado en muchos rubros como los gastos médicos mayores, complementos a los aguinaldos y otras prebendas que han sido suprimidas al igual que otros privilegios.

Es que llegar al Congreso de la Unión en tiempos del PRI o del PAN, era así como ganar el premio mayor de la lotería, el sueño de muchos mexicanos, que cuando lo obtienen sin esfuerzo, se dejaban querer con las llamadas delicias del poder: la viaticada sin fin, la boletiza para viajes en avión, que varios diputados y senadores sin necesitarlos los acumulaban y usaban de maneras distintas al propósito que estaban destinados. Los bonos extraordinarios que salían casi por cualquier excusa, todo tipo de emolumentos que hacían de esa actividad una de las más codiciadas y a la vez más odiadas del pueblo mexicano.

No generalizo por supuesto, pero el sistema estaba creado para que la mayoría se dejara seducir por el canto de las sirenas y así no se resistieran a inclinar la balanza hacia donde el jefe máximo quisiera y cuando lo quisiera. No lo pinta muy distinto Luis Estrada en la película satírica, La Ley de Herodes, de 1999, que dibuja la corrupción política en nuestro país, y cuya crítica motivó a la ciudadanía a pensar en un cambio de gobierno.

Se habló de un cambio y éste me parece que es uno sustancial, porque ¿cómo puede ser posible que la clase política hablara de austeridad, solidaridad, subsidiariedad, bien común, cuando ellos vivían como reyes mientras el pueblo se moría de hambre? Esa paradoja debe quedar atrás. Es cierto que quienes ocupan cargos públicos deben ser bien pagados para que no caigan en corruptelas, pero tampoco es concebible que se despachen con la cuchara grande atiborrándose de los recursos públicos cuando existen tantas necesidades en el pueblo.

En general, será un 30 por ciento de presupuesto menos para el Senado, que a propuesta de la bancada de MORENA hemos decidido hacer más con menos, y existe el compromiso de un servidor, de privilegiar no sólo la cantidad de las iniciativas, de las actividades legislativas en general, sino también la calidad de las mismas, es decir, debemos imprimirle pasión a nuestra función porque ha sido mucho el retraso y nos urge recuperar terreno, son muchos los problemas y apremia resolverlos, es tanto el desánimo de la gente que también necesita ver un rostro diferente para que comience a tener confianza en el gobierno y sus acciones.

Estoy cierto que el tema de “La Coneja”, Alejandro Gutiérrez, como el de Manuel Velazco, senador de Chiapas y su licencia para reincorporarse a su actividad como mandatario de aquella entidad, fueron distractores mal planeados para desviar la atención de este otro tema que es muy importante para la ciudadanía, harta ya de tanta politiquería y de cortinas de humo que se acostumbraban en el pasado. En el primer caso nuestra postura ha sido clara: queremos que se haga justicia y hemos solicitado a la Procuraduría General de la República como al ministerio público federal que no se suspenda el proceso en contra del ex secretario del CEN del PRI, acusado de malversar 250 millones de pesos, del erario chihuahuense, en contubernio con otros actores locales y nacionales. Igual se solicitó a otras áreas que presenten las pruebas necesarias para que no proceda el sobreseimiento del caso.

En el asunto de Manuel Velazco, al igual que los demás senadores, tiene sus derechos a salvo y la ley le permite ausentarse de su cargo con el permiso y la justificación correspondiente; haberse opuesto a ello era oponerse a la ley misma. Actuamos con responsabilidad, y quienes criticaron la postura de Morena creo que sólo ven un lado de la moneda, o el que quieren ver.

Lo trascendente de la semana fue la aprobación de esta medida de austeridad que sin duda traerá, junto con otras acciones y decisiones de este tipo, grandes beneficios a los más desprotegidos de nuestro país. ¡Enhorabuena!