La Fuente Dominical

La guerra de los libros

  • Por El Criticón
La guerra de los libros

Nuevamente miles de niños, niñas y adolescentes chihuahuenses sin deberla ni temerla, quedaron en medio de conflictos políticos ajenos a su derecho a estudiar que sin duda perjudica más la calidad de la educación que reciben, diezmada ya de por sí durante los años de pandemia.  El paro anunciado para este lunes es inadmisible, cierto. También lo es la resistencia de quienes promovieron amparos aún cuando ya hay un fallo de la Suprema Corte de Justicia de la Nación; Aunque están en su derecho, a todas luces tampoco legitima  el hecho de que miles de estudiantes queden sin acceso a materiales de educación y sin clases como consecuencia del acto jurídico y el acto  político. Esta vez el escenario elegido para medir fuerzas políticas e ideológicas afecta a lo más preciado que tiene el estado de Chihuahua, su niñez, sus futuras generaciones que se forman en las aulas y claro, en sus hogares cuya participación de sus padres es elemental para formar conciencias y educar a sus propios hijos, más ahora en estos tiempos que la filósofa húngara Agnes Heller  llama posmodernidad, que no es otra cosa que la última revolución tecnológica en el mundo que permite entre otras cosas comunicaciones al momento y acceso a cualquier material del tipo que sea, desde un simple teléfono inteligente que hace unas dos décadas la inmensa mayoría de la población no tenía y que ahora hasta un bebé manipula y desde el cual la niñez tiene acceso a cualquier imagen, vídeo o contenido explícito, a cualquier persona que en forma anónima le pueda contactar y con ello a los riesgos de la moderna tecnología. Desde los Baby Boomers, las generaciones que les precedieron fueron educadas además de las aulas escolares por Hollywood que en su lado más oscuro normaliza la violencia y justifica el genocidio cometido por Estados Unidos en contra de los pueblos nativos de América, mientras los espectadores disfrutaban de John Wayne asesinando apaches, los villanos favoritos. Holliwood también justifica las intervenciones del gran Policía del Mundo que invade países con sus rambos y estigmatiza a las demás razas como malvadas y a las que hay que meter en cintura, sobre todo las latinas; pero sobre todo, enseño a las nuevas generaciones a ser violentas, consumir drogas y sexo, formó conductas sexuales que hicieron pequeño al gran Caligula, emperador  romano que cometió todo tipo de excesos y atrocidades. Ese impacto que influyó en la sociedad durante décadas, ahora representa el riesgo de que las nuevas generaciones lo reciban al instante y no precisamente por un libro de texto gratuito. En este bombardeo de información moderna los padres y maestros juegan un papel importante para formar una conciencia crítica en cada estudiante, sufrientes para tener armas y enfrentar al mundo moderno frente al que estarán, estén o no a su alcance los satanizados libros de texto gratuitos, condenados por los adoradores de la vela perpetua y a los que sin duda que el Gobierno Federal también debe corregir de ser necesario porque en materia de Educación, no caben los dogmas, ni de derecha, ni de izquierda, aunque se impongan en determinadas épocas. Quienes promueven los amparos deben entender que los libros de texto no son un riesgo para sus hijos y que toda educación adoctrina y forma. También deben advertir que el radicalismo detonó ya un conflicto cuya magnitud se pudiera apenas comenzar a apreciar el próximo lunes cuando el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, paralice las aulas. El viernes em secretario General de la Sección 8, Eduardo Zendejas Amparán, anunció que el lunes continuará el paro de labores que empezaron el viernes, el cual se levantará una vez que comiencen a entregar los libros. Está nueva etapa del conflicto por los libros se desencadenó el lunes pasado cuando el Juzgado Tercero de Distrito concedió la suspensión provisional a uno de los amparos promovidos por el abogado Gabriel Vidaña; el martes se notificó también que habían obsequiado la misma medida para los juicios entablados por dos organizaciones de la sociedad civil, ante lo cual las dirigencias seccionales del SNTE se fueron al paro. En Madera, Nuevo Casas Grandes y Buenaventura fueron más allá. Los maestros y padres de familia tomaron por su cuenta los libros, una medida que podría extenderse en las próximas semanas y que pondría fin al dilema y dejaría sin efecto y materia los famosos amparos. El conflicto asomó la magnitud de tiene el vier es cuando 763 planteles se fueron al paro, la mayoría del subsistema federal, de acuerdo con ma secretaria de Educación, Sandra Elena Gutiérrez a quien el conflicto ya se le escapó de las manos en medio de jaloneos con Morena que promovió desde hace semana marchas, plantones y ahora mueve al SNTE, su aliado electoral, en una peligrosa confrontación que recuerda aquellos días que antecedieron a octubre de 1968 cuando las preparatorias y vocacionales se fueron a la huelga y que en esta ocasión ponen en riesgo la validez del Ciclo Escolar 2023 2024. Por si fuera poco, otro ingrediente que se agrega es la huelga que viene en el Poder Judicial de la Federación que lucha por sus canonjías y una jugosa bolsa de 30 mil millones de pesos de fideicomisos que Lopitosh les quitó para sus programas sociales. Esto hará que las audiencias se suspendan y que los jueces tarden en resolver este nuevo encono por los libros, lo que podría agudizar el conflicto en perjuicio de miles de estudiantes chihuahuenses de educación básica.