La Fuente Móvil

EL PEDOTE

  • Por Editor R
EL PEDOTE

No hace mucho tiempo hubo una reunión en la casa de una Magistrada en cuya agenda el tema central constituía la salida de la Presidencia del Tribunal Superior de Justicia y el natural relevo con la entrada del gobierno de Maru. Todos los presentes, incluidos algunos prominentes personajes de la vida política, sabían que el ungido para ocupar el más alto sitio del Poder Judicial del Estado era el Magistrado Luis Villegas Montes. Literalmente, se trataba de un cónclave de mero trámite para formalizar la voluntad de los presentes y arrancar con la nueva era del TSJ. Sin embargo, durante la cena, el brazo traicionó a El Guasón Villegas y empezó a ingerir vino muy a su estilo, sin control, débil de mente, con la voluntad apabullada por sus traumas, divulgados por él mismo. En tres copas, unos cuantos minutos, El Chupitos ofendió a todos los Magistrados presentes y les dijo que se los iba a chingar en cuanto asumiera la Presidencia del Tribunal. Ya no se pudo levantar de la silla, tuvo que ser sacado a rastras y de un plumazo se borró el proyecto de convertirle en Presidente del Tribunal Superior de Justicia. Olvidó acusar la sentencia de que no se debe ser borracho ni violento, sino razonable; no debe ser conflictivo ni amar el dinero, pero ¿pedirle eso al Señor Magistrado Luis Villegas Montes? La miel no se hizo para el hocico del asno (o marrasno, por su extraña combinación de marrano y asno) y así quedó demostrado con ese episodio. Esa cena ocurrió en la casa de la Magistrada Myriam Hernández, que había aceptado la designación de El Guasón Villegas y quien por azares del destino y del género, resultó ser electa como Presidenta del Poder Judicial del Estado. El Magistrado nunca salió del pedote en el que se metió esa noche y lo más triste de todo es que al día siguiente no recordaba nada pero los demás mantenían fresca la película.