Mi Pódium

El Gabo y el Colegio

  • Por Editor R
El Gabo y el Colegio

La muerte del periodista Gabriel Acevedo Leyva, El Gabo, reabrió viejas heridas del gremio.

Una de éstas, tal vez la principal, consiste en que se nos mueren los compañeros sin contar con servicio médico.

Ignoro por qué razón Gabriel estaba internado en el Seguro Social pero no era por ser periodista.

Gabriel trabajó en muchos medios de comunicación, pero terminó sus días sin tener derecho a contar ese servicio.

El suscrito le conoció en Novedades de Chihuahua y después en la Revista Cuarto Poder, en donde colaboramos ambos por la invitación que nos hiciera Carolina Cardona, otra excelente periodista que igualmente falleció en las mismas condiciones.

En el Colegio de Periodistas trabajamos arduamente para que cada compañero tuviera no solo servicio médico sino también de Vida y de Desempleo.

Planteábamos que al menos los agremiados pudieran tener un ingreso mensual decoroso para que cuando por una u otra razón salieran de su fuente de empleo, tuvieran modo de sobrevivir.

Cuando estábamos a punto de lograr nuestro objetivo, el Exgobernador Javier Corral infiltró a su cónyuge en el Colegio, al igual que a su colaborador José Ogaz y otros testaferros.

Así les pasó el virus de la inutilidad y la ineficiencia a la mitad de los socios del Colegio de Periodistas que llegamos a tener una membresía de 150 socios o más.

Se abrió una pugna irresoluble.

Al que escribe le quisieron encarcelar –mediante denuncia en la Policía Cibernética-por un correo masivo que refería las características de esa banda y cuyo intento se disolvió al publicar en La Opción de Chihuahua el contenido del email, hacerlo propio y asumir el efecto de su publicación.

Los corralistas o Los Doritos, como algunos les llamaban, hicieron una elección fraudulenta para imponer a Carlos Coria como su Presidente y lo lograron.

Pero al mes renunció debido a la presión que ejercimos para que trabajara, cosa que por ningún motivo en el mundo estaba dispuesto a hacer.

Descubrimos todas sus triquiñuelas y malos manejos financieros con los recursos del Colegio, que ya ni vale la pena traer a detalle pero que les convirtió en una sátrapa de corruptos.

Por nuestra parte, interpusimos un amparo para desbaratar el fraude que cometieron y ganamos el recurso jurídico, con lo cual por resolución judicial la Mesa Directiva del Colegio de Periodistas quedó a nuestro favor.

Es la historia grosso modo.

Corral se metió como el clásico picapleitos que tira la piedra y esconde la mano y logró crear la división hasta sus últimas consecuencias.

Teníamos la razón entonces, pues afirmábamos que detrás de Los Doritos estaba La Corraleja y uno que otro más.

La prueba fehaciente de tal afirmación se acreditó plenamente al ingresar todos los disidentes a la administración del ruin Exgobernador.

Ahí les tuvo y les mantuvo, en la nómina de la Coordinación de Comunicación Social con el mal logrado Pinedito o en el Poder Judicial del Estado, o en el Consejo de la Judicatura con Lucha Castro o donde se pudiera.

Pero, en fin, eso ya ocurrió y resta ahora, con la muerte de El Gabo, traer a colación esa experiencia para ver si es posible rescatar esa memoria.

Servicio Médico, Seguro de Vida y Seguro de Desempleo para los periodistas agremiados, debiera ser, de nueva cuenta, la prioridad en el ejercicio de la profesión.

Y lo digo desde aquí, porque éste es mi Pódium.