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Se hunde la Terminal 2 del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México

Ciudad de México.- Se proyectó para resistir hundimientos de hasta 3 centímetros anuales, pero la Terminal 2 del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México llega a hundirse...
  • Por José Oswaldo
Se hunde la Terminal 2 del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México

Ciudad de México.- Se proyectó para resistir hundimientos de hasta 3 centímetros anuales, pero la Terminal 2 del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México llega a hundirse hasta 30 centímetros cada año.

Además, el hundimiento es diferenciado en cada una de las seis estructuras y edificios que conforman la T-2, lo que ha llevado a las autoridades aeroportuarias a recurrir a rampas, zoclos y grava para tratar de ocultar los desniveles.

Desde 2010, la SCT lleva a cabo obras de renivelación en la terminal, que no han logrado detener los desperfectos.

Los pisos continúan botándose, los conos que impiden el paso a algunas áreas del Edificio Terminal son comunes y los hoyos debajo de los edificios se aprecian a simple vista, así como las tuberías que quedaron inservibles debido al desnivel de los edificios.

La T-2 se comenzó a construir en 2005, luego de que la administración Fox desistiera de construir el aeropuerto de Texcoco. La obra debió concluirse en 2006 pero entró en operaciones hasta noviembre de 2007 e inaugurada formalmente por Felipe Calderón hasta marzo de 2008.

El costo programado de la obra era de 400 millones de dólares y su costo real fue de 508.5 millones de dólares.

La obra, que involucró a empresas como ICA, Gutsa y TGC Geotecnia (que hizo los estudios de mecánica de suelos), ha sido motivo de señalamientos por la Auditoría Superior de la Federación,

En el Informe de Resultados de la Revisión de la Cuenta Pública 2006, la ASF informó que Aeropuertos y Servicios Auxiliares no verificó que TGC Geotecnia realizara los 19 sondeos que exige la norma sobre mecánica de suelos.

El órgano fiscalizador determinó que Ingenieros Civiles Asociados y Gutsa, empresas responsables de la cimentación y estructura metálica, recibieron pagos extraordinarios por trabes que al parecer no colocaron.

Además, sobre el mismo pilote fueron construidos el Dedo Sur y el Edificio Terminal a pesar de que cada estructura debía tener su propia cimentación y en el edificio del estacionamiento se colocaron columnas rectangulares que, según los planos, debían ser circulares.

Reforma solicitó a ASA información sobre los hundimientos diferenciados en la T-2, y las medidas que está tomando al respecto, pero la solicitud hasta ayer no había sido atendida.

Crece en el hundimiento

Información del Fondo Sectorial de Investigación para el Desarrollo Aeroportuario y la Navegación Aérea -que maneja Aeropuertos y Servicios Auxiliares (ASA) junto con el Conacyt- indica que cada año la Terminal 2 del AICM se hunde 10 veces más de lo que originalmente proyectaron quienes desarrollaron el proyecto de la nueva terminal.

Habían pasado sólo dos años desde su inauguración, cuando ASA incluyó por primera vez en el fondo sectorial una solicitud del AICM para realizar el Estudio Estructural de los edificios que conforman la Terminal 1 y Terminal 2; así como un sistema de monitoreo estructural del mismo.

La información a partir de la cual se solicitó el financiamiento, precisa que en menos de dos años y medio -entre su inauguración, en marzo de 2008 y agosto de 2010-, la nueva terminal había acumulado el hundimiento proyectado para cinco o seis años.

"A 2 años y 5 meses de operación de las instalaciones, este edificio ha presentado hundimientos a la fecha en diferentes puntos críticos hasta de 30 centímetros. Esta situación resulta grave debido a que de origen se consideró un hundimiento probable al año de 3 centímetros como máximo", se especifica en el documento.

A partir de dicho estudio, el AICM entregaría el proyecto ejecutivo de una "solución definitiva inmediata" al problema; no obstante, los asentamientos de la Terminal 2 continúan hasta el día de hoy.

En 2013, ASA incluyó en el fondo sectorial un nuevo estudio, titulado "Investigación para el control y rectificación geométrica de los asentamientos diferenciales para el Edificio Terminal 2", pues a pesar de que desde 2010 se realizaban renivelaciones periódicas, los hundimientos continuaron afectando la estabilidad de la estructura de la terminal.

En un recorrido por el Edificio Terminal se constató que los pisos del segundo nivel se encuentran botados en la zona aledaña a los elevadores y al pasillo comercial.

En la planta baja, en el área de restaurantes, se puede apreciar a simple vista el desfase entre el piso del pasillo y el de los locales que albergan restaurantes como La Mansión.

No obstante, son la fachada del Edificio Terminal y la zona de la central camionera las zonas más afectadas: el piso está roto, algunas losas se botaron, en los accesos se colocaron rampas para facilitar la movilidad de los usuarios debido a que el piso presenta desniveles.

Para ocultar la separación entre el piso exterior y el edificio se colocaron zoclos y en algunas zonas las tuberías fueron reemplazadas debido a que las originales ya no embonan con el edificio.

Además, las rampas que conectan dicho edificio con el estacionamiento están ligeramente inclinadas y algunas secciones de concreto que conforman los muros que delimitan la salida del estacionamiento están más hundidas que otras.

De acuerdo con documentos oficiales y especialistas, los asentamientos críticos de la nueva terminal son el resultado de irregularidades en su construcción y planeación.

Sufre saturación

Con la Terminal 2, el Gobierno federal pretendía lograr que el AICM manejara hasta 30 millones de pasajeros en los próximos 20 años: 20 millones en la Terminal 1 y 10 millones en la Terminal 2.

Pero, según cifras del AICM, en 2013 estos cálculos ya estaban más que rebasados en lo que se refiere a la Terminal 2: ese año el aeropuerto atendió un total de 31 millones 534 mil 638 pasajeros: 16 millones 882 en la Terminal 1 y 14 millones 652 en la Terminal 2.

Para Fernando Gómez Suárez, especialista en el sector aeronáutico, la nueva terminal fue sólo una operación estética, pues si bien redujo el problema del espacio en tierra, no resolvió los problemas del tráfico aéreo.

"Si bien se resolvieron posiciones de contacto, esto es, lugares para estacionar los aviones en la terminal; si bien se hicieron algunas adecuaciones en las pistas, el problema (de saturación del AICM) subsiste porque tenemos un aeropuerto con dos pistas que operan una a la vez, no simultáneamente", advierte.

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