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Crónica: el día que a Chacho le robaron la fiesta

Chihuahua.- (Por Héctor Arriaga).- Al evento, convocado por la Coparmex y con sede en el Centro de Convenciones, acudió desde temprano la crema y nata del empresariado autóctono. Era...
  • Por José Oswaldo
Crónica: el día que a Chacho le robaron la fiesta

Chihuahua.- (Por Héctor Arriaga).- Al evento, convocado por la Coparmex y con sede en el Centro de Convenciones, acudió desde temprano la crema y nata del empresariado autóctono. Era el momento preparado por los dueños del gran capital, otrora mecenas del panismo Chihuahuense, para apuntalar las aspiraciones del único aspirante independiente a la gubernatura, José Luis “el Chacho” Barraza.

Se trataba pues, porque el organismo empresarial así lo manejó, de una reunión de lujo denominada Magno Evento Coparmex, que resultó en un desayuno rico con infraestructura y logística pobres al que solo los comensales que pagaron cuota se les sirvieron dos platos y el respectivo postre, porque a la prensa, instrumento de difusión sin rostro ni horario, se le ninguneó y como dieta les suministraron café y panecitos para que no respingaran, aunque sí respingaron.

En punto de las 8:00 de la mañana todo estaba listo. Para darle realce y cumplir con las expectativas, se había invitado como orador principal y único nada menos que al periodista y conferencista de prestigio nacional Pedro Ferríz De Con quien hablaría de las bondades de las candidaturas independientes.

La mayoría de los acaudalados empresarios, incluyendo al priista Eugenio Baeza Fares, llegaron a tiempo y fueron recibidos con calidez y simpatía en la mismísima puerta por el verdadero festejado, el Chacho Barraza, quien a cada uno iba dando su abrazo y bienvenida.

Algunos, realmente pocos, arribaron tarde pero sin perder la figura, entre ellos el presidente Alvaro Madero, quien resultó el maestro de ceremonias.

Pasaban los minutos y nada ocurría hasta que se anunció la presencia de Ferriz de Con quien con algunos años a cuestas hizo su entrada triunfal. Simpático, empático y carismático presentó el tema y lo fue desgranando poco a poco con comentarios atinados que provocaban respuesta del respetable, que sin embargo no terminaba de engancharse.

De Cacho, al que estaba destinada la piñata, aseguró conocerlo y avaló su trayectoria haciendo un listado de sus éxitos empresariales y sus bondades personales, y le auguró que dentro de poco se convertiría en el segundo gobernador independiente del país.

De Duarte y del sistema priista, igual que de los restantes partidos, hizo escarnio y en forma elegante les dijo, en términos más o menos coloquiales, que ya nadie les cree

Hasta ahí todo bien y según la cábala, pero el orador de pronto abandonó las alabanzas al sin partido y le dedicó unos minutos a los otros dos candidatos independientes que acudieron, en este caso aspirantes a la alcaldía capitalina, Enrique Terrazas y Javier Mesta.

De corazón, les pidió, “y con toda simpatía”, les pidió que dejaran atrás rencores y enfrentamientos, y que públicamente se dieran el abacho becho y acordaran un proyecto común.

Demoledor al grado de que tuvo que comentar “ya les eché a perder el desayuno”, les aclaró que separados iban a perder irremediablemente y que sólo unidos, uno como candidato y el otro como “cerebro” detrás del trono, podrían llegar a la alcaldía y desde ahí, al alimón, dedicarse a gobernar.

Los aplausos no se dejaron esperar, pero los dos adalides del independentismo, mohínos, ni se pararon ni se abrazaron. Ferriz de Con dejó pasar el impass.

Terminada la conferencia tocó el turno a la sesión de preguntas y respuestas. Alvaro Madero, el moderador, comenzó a leerlas insistiendo en que algunas, ni modo, eran reiterativas porque retomaban el tema del divorcio Terrazas-Mesta.,

A la primera, los volvió a conminar a juntarse, y como respuesta recibió sonrisas de ambos pero nada más. Una segunda pregunta tocaba la herida, y ya lanzado Pedrito se levantó y alzando los brazos les pidió que se pudieran a su vez de pie. Lo hicieron no sin ruborizarse.

Ferriz les dijo ahí: “ahora sí, dense un abrazo” y vencidos, obedecieron. La prensa se abalanzó al escenario para tomar la foto, en la que sonrientes se mostraron la dentadura. Sin saberlo, tanto Ferriz de Con como Álvaro Madero, le habían quitado los reflectores al convidado principal quien inefablemente pasó asegundo término.

Para la prensa, la nota no fueron ya los atributos del independiente Chacho ni sus posibilidades de llegar, sino el abrazo de Acatempan entre Wolverine y Mesta.

Le habían robado la piñata y el pastel al Chacho.

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