Local

Fue manipulación de pruebas; reviven el caso de Ángel Ordóñez el locutor asesino

  • Por

En una entrevista con la periodista Guadalupe Lizárraga para Los Angeles Press, Ángel Ordóñez, un ex locutor chihuahuense que enfrenta una condena de 30 años por homicidio y violación, denuncia que su caso fue manipulado por agentes del Ministerio Público y la jueza Delia Valentina Meléndez Olivas.

Ordóñez alega que su detención fue ilegal y que se violaron sus derechos humanos, incluyendo su presunción de inocencia y el debido proceso.

Durante la entrevista, Ordóñez afirmó: "He sido víctima de toda esa fabricación de culpabilidad del intento de homicidio que sufrí y del dolor que conlleva la muerte de Isabel. Esa fabricación se da desde el momento de la alteración de la escena del crimen, ya que fui intoxicado con benzodiacepinas, sin que haya certeza de cómo fueron introducidas en mi sistema. Los policías ministeriales y paramédicos mencionan que en el lugar había diversas personas cuyos nombres desconocemos".

El caso, que comenzó con la trágica muerte de María Isabel, una joven con la que Ordóñez mantenía una relación sentimental, ha sido objeto de controversia desde su inicio. El 30 de agosto de 2010, Isabel fue forzada a ir al departamento de Ordóñez, donde el locutor la agredió y abusó sexualmente de ella antes de estrangularla con cables de micrófono. Tras el crimen, Ordóñez intentó suicidarse ingiriendo pastillas, pero no tuvo éxito y llamó al número de emergencias.

En una de las últimas ediciones de un programa de radio que conducía fue:“¿Ustedes creen en el amor eterno? Yo no, porque a mí ya me tronaron. A mí me duró sólo cinco meses. Alguien me dijo loco y hoy voy a disfrutar de esa locura”, comentó.

Al llegar al lugar, los agentes encontraron a Isabel sin vida y con signos evidentes de violencia, mientras que Ordóñez estaba inconsciente debido a las pastillas. Los informes forenses confirmaron que Isabel había sido brutalmente agredida y abusada sexualmente durante y después de su muerte, la autopsia reveló múltiples lesiones y desgarros.

Ordóñez fue condenado por homicidio calificado y violación agravada, con el agravante de que Isabel era menor de edad en el momento del crimen. Su defensa alegó que Isabel había enviado un correo a Ordóñez manifestando su deseo de morir antes que separarse de él, y cuestionó la validez de dicho mensaje en el contexto de la acusación.

Según información recabada, fue tan bestial la golpiza que Ordóñez le propinó a la joven quinceañera, que el ataúd con sus restos nunca fue abierto para evitar más dolor a sus familiares.

La parte acusadora, por otro lado, argumentó que Ordóñez tenía control sobre las cuentas de correo y redes sociales de Isabel, y que incluso si ella hubiera enviado el mensaje, no exculpaba al locutor de los cargos.

La entrevista de Guadalupe Lizárraga pone como victima al ex locutor, quien se defiende con el argumento de la presunta manipulación de pruebas y testimonios.