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Encuentra Irán grietas en el escudo antimisiles de Israel

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Encuentra Irán grietas en el escudo antimisiles de Israel

- Pese a la efectividad estimada del 90%, decenas de proyectiles enviados por Teherán logran impactar en zonas densamente pobladas del Estado judío o en infraestructuras críticas como instalaciones militares o energéticas.

Israel dispone de uno de los más perfeccionados sistemas de defensa aérea del mundo, con una efectividad de en torno al 90%. La ley obliga desde 1992 a que las construcciones dispongan de refugio. Todo ello es motivo de orgullo nacional y envidia de países como Ucrania, sometidos a constantes bombardeos enemigos. Pero estos días de ataques iraníes han arrojado dudas sobre esos mecanismos de defensa. Los más de 400 misiles y varios cientos de drones que ha lanzado Teherán en respuesta a la ofensiva israelí han causado una veintena larga de muertos —varios de ellos estaban en sus refugios— y cuantiosos daños materiales. Algunos proyectiles han alcanzado el corazón de los lugares más poblados, como Tel Aviv, e impactado en infraestructuras críticas como instalaciones militares o la refinería de Haifa, donde han muerto tres personas. Son puntos donde se supone que el nivel de seguridad es máximo.

La Cúpula de Hierro

Para contrarrestar la amenaza de los cohetes, Israel desarrolló un sistema de defensa aérea que desplegó en 2011. El coste de cada misil defensivo está entre 95.000 y 140.000 euros.

El sistema Arrow, en la capa superior, intercepta misiles fuera de la atmósfera (desde 2017)

A una altura intermedia está el sistema David´s Sling (La Honda de David) también desde 2017 que detiene misiles balísticos y de crucero

 

 

Irán está tratando de elevar al máximo el nivel de estrés sobre el entramado de escudos a diferentes alturas que cubren el territorio de Israel. Pese a la superioridad del Estado judío, los resultados obtenidos por la República Islámica indican que hay grietas por donde se puede hacer daño. Sidharth Kaushal, del centro de análisis británico Royald United Service Institute (RUSI), lo explica así: “Ningún sistema ofrece una defensa infalible, y si un sistema está saturado con suficientes misiles, algunos lograrán pasar. Dicho esto, la tasa de éxito iraní no es tan alta”. Según este experto, el ejército israelí ha logrado interceptar en torno al 90% de los misiles balísticos de medio alcance lanzados por Irán desde el pasado viernes.

Yehoshua Kalisky, investigador principal del Instituto para el Estudio de la Seguridad Nacional (INSS), comprende la “preocupación” de los israelíes “porque los misiles iraníes son más potentes” y cuentan asimismo con ojivas de entre 500 y 1.000 kilos y “una velocidad y una precisión excepcionales”. “Pero no tenemos motivos para preocuparnos: estamos bien protegidos y luchamos por nuestra supervivencia”, responde por escrito.

Como señala el experto del RUSI, la estrategia iraní pasa por lanzamientos masivos, con diferentes tipos de proyectiles, que sobrepasen las capacidades de defensa israelíes. Un modus operandi utilizado a diario por el ejército ruso para salvar las baterías antiaéreas ucranias: enjambres de drones a la vanguardia que abren paso para la llegada de misiles con las defensas extenuadas.

Para golpear Israel, Irán requiere del uso de misiles de alcance intermedio (de 1.000 a 3.500 kilómetros de distancia). Kaushal habla de dos modelos, principalmente, el Shahab-3 y el Emad, a los que se podrían haber sumado tipos más nuevos como el Hajj Qasem y el Fattah-1. Todos estos son proyectiles que pueden viajar por encima de la velocidad del sonido y alcanzar suelo israelí en un puñado de minutos. Son además misiles de tipo balísticos, esto es, que recorren una trayectoria curva, superando incluso la atmósfera terrestre, para caer sobre su objetivo a mayor velocidad. Esto hace muy difícil la detección e interceptación del proyectil.

El ejército ha saltado a la palestra para tratar de frenar las dudas en torno a los refugios de las casas. “Las habitaciones seguras siguen siendo la opción más segura y salvan vidas. Que la gente pierda la confianza en ellas es lo peor que podría pasar”, ha declarado una fuente militar, informa el diario Haaretz. “El régimen iraní está estudiando cómo mejorar sus sistemas de ataque. La mejor manera de protegernos, de momento, es con los refugios y las habitaciones seguras”, defiende Dan Poraz, ministro consejero de la Embajada de Israel en España y principal diplomático en Madrid tras la retirada de la embajadora en pleno conflicto.

Poraz destaca durante un encuentro con periodistas que cualquier pérdida humana es una tragedia, pero considera que los 24 muertos en Israel de estos días es una cifra “muy baja” frente a los cientos de misiles enviados por Irán. Esto, añade, se debe a los sistemas de defensa aérea de Israel, “los mejores del mundo” y a que “la gente está siguiendo los protocolos de seguridad”.

Es cierto que las conocidas como habitaciones de seguridad —con puerta, paredes y ventanas reforzadas— y los refugios forman parte de la cultura israelí, un país obsesionado con su defensa. Pero varias personas en los últimos días, en concreto en Petah Tikva (cerca de Tel Aviv) y Tamra (cerca de Haifa), han muerto pese a seguir el protocolo y haberse puesto a cubierto en estas estancias reforzadas. “En caso de impacto directo de un misil balístico con una ojiva de 500 kilos, volando a 7.000 kilómetros por hora, ningún refugio es seguro”, reconoce Kalisky al tiempo que agrega que “los refugios israelíes ofrecen la protección mínima necesaria”.

Enrique Cohen, mexicano de 23 años, deambulaba en la madrugada del lunes cerca de donde había impactado un misil en el centro de Tel Aviv minutos después de abandonar el refugio. “Por un lado, ves lo que pasa. Pero por otro, ves la gran respuesta que inmediatamente tienen las autoridades a diferencia de otros países y que nos hace sentirnos más seguros. Pero es difícil ver que estamos atrapados aquí o saber que hoy por la noche puede pasar algo similar. Es importante seguir las indicaciones de las autoridades”, respondía.

Cambio en el protocolo de alertas

Israel ha cambiado este martes el protocolo del sistema de alertas a la población después de que se informara de algunos fallos. Vecinos de Jerusalén informaron de que este martes no saltaron las alarmas durante el ataque matutino. Hasta ahora, la primera advertencia era una media hora antes de la llegada de los proyectiles y minuto y medio antes, mediante mensajes a los móviles y aplicaciones. Ahora solo habrá un aviso unos 10 minutos antes para que los ciudadanos estén listos para su entrada a los refugios.

Los misiles balísticos recorren la distancia desde Irán a Israel —entre los 1.300 y 1.500 kilómetros, dependiendo del objetivo y el origen del disparo— en un mínimo de entre 10 y 12 minutos, pero el sistema de vigilancia de las fuerzas de seguridad de Israel permite adelantarse a los lanzamientos. Una vez se da por concluida la oleada de misiles, las autoridades avisan de que el grado de peligro ha descendido y pueden salir. Este protocolo, en manos del Home Front Command (encargado de asistir a civiles en casos de ataques y crisis) y seguido mayoritariamente por los israelíes, ha evitado que el número de víctimas mortales estos días, 24, no sea mayor, reconocen las autoridades.

Desde 1992, una ley obliga a que cada edificio residencial o comercial cuente con refugio o habitación blindada. Sirven en caso de terremoto o incendio, pero su fin principal son los ataques con misiles. También cuentan con áreas de mayor protección los pasillos o zonas subterráneas de los edificios de apartamentos, los hoteles, los bloques de oficinas, sedes de organismos oficiales, centros educativos y sanitarios o aeropuertos. Esa normativa de hace tres décadas e impulsada a la sombra de las amenazas que llegaban a Israel durante la guerra del Golfo, ahondaba en la necesidad de la seguridad en los domicilios particulares, más accesibles que los refugios o búnkeres en zonas comunes o edificios públicos.

En los últimos 15 años, Israel ha ido diseñando un sistema de defensa antiaérea de varias capas que ha ido perfeccionando según las necesidades. En la capa inferior, la más próxima al terreno, se halla la Cúpula de Hierro (Iron Dome), que funciona desde 2011 en la interceptación de cohetes de corto alcance, morteros y artillería como los que, sobre todo, Hamás y la Yihad Islámica disparan con frecuencia desde Gaza o Hezbolá, desde el sur de Líbano.

A nivel intermedio, se encuentra el conocido como sistema David’s Sling (La honda de David), operativo desde 2017 y destinado a detener misiles balísticos y de crucero, así como cohetes de mediano y largo alcance. Por último, en la capa superior se encuentra en funcionamiento también desde 2017 el sistema Arrow (II y III) para interceptar misiles que vuelan incluso por fuera de la atmósfera. De manera complementaria, se está uniendo ahora el Iron Bean (Rayo de Hierro), que funciona con rayos láser. A este entramado de producción nacional y apoyo financiero estadounidense, hay que sumar el despliegue de baterías norteamericanas Patriot y Thaad.

La Cúpula de Hierro “no es eficaz contra este tipo de misiles balísticos” que llegan de Irán, y solo se les puede hacer frente, y no en todos los casos, con el Arrow y la Honda de David, según explica Kalisky. Kaushal afirma: “Se desconoce el número de interceptores para estos sistemas [Arrow], pero el hecho de que Estados Unidos haya desplegado un destructor para apoyar la defensa y aparentemente esté considerando más despliegues sugeriría que existe un riesgo significativo de que las reservas de interceptores israelíes se agoten”.

En la madrugada del pasado viernes, Israel lanzó una ofensiva cuyo principal objetivo es acabar con las capacidades nucleares de la República Islámica. El primer ministro Benjamín Netanyahu calcula que Teherán podría conseguir la bomba atómica en menos de un año. El régimen de los ayatolás cuenta con una capacidad de ataque mucho mayor que la de otros grupos como Hezbolá o Hamás y ha cumplido su promesa de responder.

Los sobresaltos no dejan de sucederse, principalmente de noche y de madrugada, con el lanzamiento de cientos de misiles. La vida de millones de israelíes se ha alterado en un país que permanece en estado de alerta, sin vuelos comerciales, sin clases, con las tiendas y empresas no esenciales cerradas y preguntándose cuánto durará este estado de incertidumbre y amenaza que impone la guerra.

 

(Información de El País)